Y en el caso de los extranjeros, por primera vez desde 2010, el saldo migratorio vuelve a ser positivo dado que emigraron 253.069 personas e inmigraron 291.387, lo que arroja un saldo positivo de 38.317 personas en 2015.
Pese al fuerte incremento de la salida de españoles, su número aumentó en 24.313 y el de extranjeros se redujo en 35.456 debido a la nacionalidad española adquirida en 2015 por 114.207 extranjeros residentes en España, según los datos difundidos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su análisis sobre Migraciones.
A fecha 1 de enero de 2016 la población residente en España se ha reducido en 11.142 personas, y suma 46.438.442 habitantes, dato que consolida la pérdida de población iniciada en 2012.
Y del total de población 4.418.898 son extranjeros, el 9,5% del total, una cifra que ha ido descendiendo tanto por el regreso a sus países como consecuencia de la crisis, como por las adquisiciones de nacionalidad española.
El descenso de la población registrado en 2015 fue resultado de un saldo vegetativo (417.265 nacimientos menos 420.018 defunciones) de 2.753 personas y de un saldo migratorio también negativo de 8.389 personas (hubo 343.614 llegadas y 352.003 salidas).
Según estos datos, la inmigración aumentó un 12,5% y la emigración cayó un 12,1% respecto a un año antes.
En el caso de los españoles, los que salieron menos los que regresaron arrojan un saldo migratorio negativo de 46.707, un 18,3% menor que el año anterior.
De los 98.934 españoles que se marcharon, 64.136 nacieron en España, mientras que de los 52.227 que regresaron, 24.060 eran nacidos en España.
En 2015 la llegada de españoles desde el extranjero aumentó un 27,5% respecto a 2014 y los españoles que se marcharon aumentaron un 23%.
La población extranjera que llegó a España en 2015 aumentó un 10,2% mientras que la que optó por irse a otros países cayó el 20,9%.
Por edad, la población que más se redujo el pasado año fue la de entre 20 y 39 años (389.662), los menores de 10 años (63.286 menos) y los de entre 65 y 69 años (9.129).
Entre las veinte nacionalidades con mayor flujo migratorio, Italia y Venezuela registraron los mayores saldos migratorios positivos (más inmigrantes que emigrantes), 9.131 y 7.992 ciudadanos, respectivamente.
En el extremo opuesto, Rumanía, Bulgaria y Reino Unido registraron los saldos más negativos, con 16.043, 4.463, y 3.036 ciudadanos menos residiendo en España.
Por comunidades autónomas, los principales descensos de población se han producido en Castilla y León (0,94%), Principado de Asturias (0,88%), y Aragón (0,64%) mientras que aumentó en Illes Balears (0,86%), Comunidad de Madrid (0,75%) y Canarias (0,35%).