Sólo el cuarto motor respondió a las demandas de aceleración, pero los otros tres experimentaron una congelación de la potencia y los pilotos no pudieron controlar sus niveles, aunque sí lograron reducir la potencia antes de estrellarse en las inmediaciones del aeropuerto de Sevilla dejando cuatro fallecidos.
Airbus se basa en las lecturas de los registradores de datos y voces y también en los estudios de la Comisión de Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares con el asesoramiento del Grupo Aeronaútico Europeo.
La compañía deja claro que los análisis preliminares han mostrado que no se ha identificado ninguna otra anomalía durante el vuelo.