La denominada trama Gürtel fue una de las mayores redes de corrupción política destapadas en España, vinculada principalmente al Partido Popular (PP). Operó entre finales de los años 90 y la primera década de los 2000, articulando un sistema de adjudicaciones irregulares de contratos públicos a empresas controladas por el empresario Francisco Correa. A cambio, cargos del PP recibían sobornos, regalos o viajes de lujo. El dinero se movía a través de sociedades pantalla y paraísos fiscales para ocultar su origen y evitar el pago de impuestos.
El caso tuvo un enorme impacto político y judicial: decenas de condenas, cientos de años de prisión y la declaración del PP como partícipe a título lucrativo. De hecho, la sentencia de Gürtel fue el detonante de la moción de censura que en 2018 provocó la caída del Gobierno de Mariano Rajoy. Un antes y un después en la historia política reciente de España.
Francisco Correa quiere colaborar
El empresario Francisco Correa, considerado el principal responsable de la red, ha reconocido ante la Audiencia Nacional que nunca pagó impuestos ni presentó declaraciones fiscales en España. Según ha explicado, tampoco figuraba como titular de ninguna cuenta bancaria en el país.
Correa ha hecho estas declaraciones durante el último juicio de la macrocausa Gürtel, en el que se sientan en el banquillo 25 acusados. La mayoría de ellos, incluido el propio Correa y su mano derecha, Pablo Crespo, exsecretario de Organización del PP gallego, han admitido los hechos que les imputa la Fiscalía.
"¿Reconoce usted la autoría de los hechos?", le preguntó el magistrado Fernando Andreu, presidente del tribunal. "Sí, y quiero dejar claro que quiero colaborar", respondió el empresario.
El cabecilla de Gürtel ha relatado que, desde la creación del entramado corrupto en 1999, nunca tributó en España y que sus fondos se movieron por distintos territorios, entre ellos Suiza, Miami y las Islas Caimán. También ha confesado que intentó trasladar su residencia a Panamá para no tener que pagar impuestos en España.
Según su testimonio, llegó a entregar 300.000 euros a Carmen Leonor Hallax, de nacionalidad panameña y también acusada, para que gestionara su residencia en aquel país. Sin embargo, Correa ha asegurado que fue "estafado", ya que Hallax se quedó con el dinero sin cumplir el encargo. "No logré abrir una cuenta en Panamá porque el juez Garzón me detuvo antes", añadió.
Por otro lado, Correa ha negado haber presumido ante Hallax de una amistad cercana con el expresidente José María Aznar. "No era amigo mío. Le conocía porque trabajaba para el Partido Popular y asistí a la boda de su hija, pero nada más", aclaró.

