El precio de la vivienda ha aumentado un 9,5% en el último año

La tasa interanual del valor promedio de la vivienda media y usada ha subido un 9,5 por ciento hasta el mes de noviembre, según los datos facilitados este martes, 7 de diciembre, por Tinsa, la sociedad de tasación líder en valoración de inmuebles. El servicio de estudios advierte que desde octubre el indicador ha subido un 1,2 por ciento.

La directora de Tinsa, Cristina Arias, ha aclarado en una nota que "la evolución del sector inmobiliario se enmarca en un entorno de recuperación económica en el que la demanda se reactiva más rápido que la oferta y tensiona los precios al alza". Del mismo modo que sucedió en los meses precedentes, explica la nota, el dato de variación interanual ha sido impulsado en su cuantía por la comparación con el último trimestre de 2020, un periodo en el que la vivienda registró ajustes de precios más intensos.

La vivienda se revaloriza en primera línea de playa

La sociedad de tasación ha señalado a la costa mediterránea y a las grandes ciudades como los enclaves más revalorizados: en la costa mediterránea la subida interanual es del 13,4 por ciento, y en las capitales y grandes ciudades, del 10,9 por ciento. Asimismo, la nota explica que a lo largo del último año las viviendas de las áreas metropolitanas también se han revalorizado por encima de la media nacional con una subida interanual de un 9,9 por ciento.

Considerando el hecho de que en los territorios insulares el precio medio se ha incrementado un 1,1 por ciento entre octubre y noviembre de 2021, Tinsa explica que los pequeños municipios del interior peninsular y de la costa atlántica, agrupados en torno a "resto de municipios", destacan por su estabilidad con alzas del 0,4 por ciento.

Por lo tanto, el servicio de estudios concluye que se observa una tendencia alcista moderada del 1,7 por ciento en el índice general, con crecimientos máximos en el entorno del 2 por ciento.

Aumenta la demanda de la vivienda

Cristina Arias apunta que la demanda vinculada a las nuevas necesidades de vivienda halladas por los usuarios durante el confinamiento se está viendo acompañada por un interés inversor que contribuye a reflejar una actividad por encima de la oferta en un entorno de tipos bajos. Esto, unido a la incertidumbre sobre la inflación y la menor rentabilidad de otros productos financieros -depósitos y deuda pública-, han hecho del producto inmobiliario una inversión alternativa atractiva.

A pesar de las tensiones inflacionistas, el análisis de indicadores excluye señales de alerta desde la perspectiva de la concesión de crédito debido a que la relación entre hipotecas y compraventas se mantiene en una proporción equilibrada que evidencia la capacidad de ahorro y los recursos propios de la demanda actual, en un contexto donde los criterios de concesión de las entidades financieras no han cambiado.