El secretario de Estado de la Seguridad Social y Pensiones, Israel Arroyo, ha explicado este jueves que el gobierno está considerando hacer cambios en los tiempos de cotización para el cálculo de las pensiones. Arroyo habla de que el modelo ideal consistiría en tomar en consideración lo cotizado durante toda la vida laboral, en lugar de durante un periodo concreto.
"Si tuviéramos que diseñar hoy cuál es el mejor sistema en un país imaginario donde implantáramos un sistema de Seguridad Social no sería el actual, sino que tendría en cuenta más cuánto ha cotizado una persona a lo largo de toda su vida. (...) No quiere decir que se vaya a extender el periodo de cómputo. Vamos a ir, paulatinamente, posiblemente con periodos transitorios muy largos, a un modelo más parecido a este modelo ideal que tenemos en mente", ha explicado en su comparecencia este jueves en el Senado.
Arroyo ha criticado que con el actual modelo "hay gente que va a tener una cotización más baja durante algunas etapas porque se ha dedicado a cuidar a un menor o aun dependiente y el sistema de cálculo, donde se cogen los últimos años de carrera, les perjudica mucho. Aunque haya cotizado mucho y lleve trabajando desde los 18 años, su pensión va a depender solo de lo que ha pasado al final de su vida y eso es jugar a los dados con la vida de la gente".
Una tarea compleja
Desde el Gobierno aseguran que van a trabajar por modificar este sistema de cálculo, pero que no será una tarea fácil. "Todo esto se tiene que negociar con la mesa de diálogo social, es una tarea compleja y nos va a llevar su tiempo, pero creemos que vamos a cumplir el hito", ha señalado Arroyo.
Este modelo, según palabras del propio Arroyo, ya existe en algunos países de nuestro entorno.
Un problema "dramático"
Israel Arroyo ha reconocido, además, que la Seguridad Social sufre un problema "dramático" desde que en 2010 comenzara la pérdida acelerada de funcionarios. Explica que las costuras de este sistema empezaron a saltar con la pandemia y que, a pesar de haber hecho avances, "el problema es tan grave que en un año no se arregla".
Entiende que todos los pensionistas y trabajadores quieran recibir una atención presencial en un centro de la Seguridad Social, pero explica que se ofrecen diferentes alternativas como la atención telefónica o las videollamadas. "La limitación es la disponibilidad de personal y eso pasa necesariamente porque paulatinamente vayamos recuperando el número de funcionarios que se han perdido en los últimos diez años".
