Hoy con Léleman venía pensando en… el avión “bronco y copero”. Ese que trasladará al Valencia a Sevilla a por su novena Copa del Rey.
Esta es la leyenda que ha acompañado al Valencia en los últimos ochenta años. Porque fue en la década de los 40 cuando se acuñó el término. Se ganó la primera copa, la de 1941 y se perdieron las finales de 1945, 1946 y 1947 y se volvió a ganar en 1949. Ahí comenzó. En total el valencia ha disputado 17 finales y ganado 8. Esta, la de la cartuja será la décimo octava.
Así que sí, “bronco y copero” es el ADN del valencia, sus señas de identidad, su rasgo característico. Cuando ha dejado de serlo es cuando peor le han ido las cosas. Con ese ADN fue capaz en los últimos años de ganar dos ligas al Real Madrid de los galácticos o plantarse en dos finales de Champions como si nada. Y con ese ADN se conquistó la octava Copa, la del Villamarín, frente al Barcelona de Messi.
Por eso me da rabia que confundan “bronco” con “violento”. No es lo mismo. Bronco significa carácter, pelea, lucha, sacrificio, garra, fuerza, ímpetu, esfuerzo… algo que en el Valencia debería de ser innegociable si se quiere pelear con equipos de grandes presupuestos y repletos de estrellas. Esos mismos equipos a los que si les ganas te llamarán “violento” para justificar su derrota porque son incapaces de admitir que si sus millones haya alguien que les haga sombra.
Bronco y copero. Me gusta que el Valencia haya recuperado ese lema de los años 40 y que lo exhiba con orgullo en el avión que les llevará a Sevilla. Si el 23 los futbolistas lo ponen en juego en La Cartuja será más fácil conquistar la novena. Porque así se ganaron las otras ocho…
