El Club Baloncesto Silla de Ruedas Elche suma su tercera victoria seguida

El Pabellón Municipal de Vinaroz acogió el sábado la jornada adelantada de la Copa Autonómica de Baloncesto en Silla de Ruedas. El partido, correspondiente a la quinta cita del calendario, finalizó con un 24-57 en el electrónico. El conjunto ilicitano volvió a viajar con la plantilla incompleta debido a algunos problemas personales que siguen persistiendo.

El Bamesad Vinarós contó con un jugador más debido a que en el anterior desplazamiento a Elche no pudo viajar. Este componente, de puntuación 5, complicó en varios momentos del encuentro la situación en pista al Club Baloncesto Silla de Ruedas de Elche debido a su acierto anotador.

Los ilicitanos salieron a la pista, en la primera parte, algo despistados y eso les pasó factura. Tuvieron problemas para pasar de campo y eso hizo que los segundos de posesión en ataque se redujeran, realizando jugadas precipitadas y sin el control de la situación. La falta de comunicación en defensa favoreció al conjunto castellonense, que anotó con mucha facilidad y retroalimentando su racha favorable de cara al aro.

La segunda parte se planteó de diferente manera, dado que el Bamesad Vinarós estaba llegando muy cómodo al ataque. Para retroceder dicho ataque plantearon una defensa ‘en línea’ que complicó las cosas a los castellonenses, reduciendo así el porcentaje de anotación.

Esta estrategia favoreció al Club Baloncesto Silla de Ruedas de Elche en el tiro, que estuvo más suelto y acertado, permitiendo realizar varios contraataques. Aún así, los ilicitanos sufrieron varios altibajos a lo largo de la segunda parte como consecuencia del ansia de encestar que tenía el Club Baloncesto Silla de Ruedas de Elche.

Pese a todo, el Elche pudo culminar de manera favorable el choque y dejó un 24-57 en el luminoso que le permite seguir en cabeza de la tabla y lograr su tercera victoria consecutiva. La próxima jornada será el próximo domingo, 2 de junio, en el Pabellón de Nazaret contra el Club Baloncesto Petraher Bàsquet Sud València.

Crónica de Javier Hernández Pilar