Un bloque de 60 viviendas que estaban okupadas por unas 300 personas -180 de ellas menores- ha sido desalojados desde primera hora de este viernes en la localidad de Alcobendas.
sólo los habitantes de dos de los pisos pagaban el alquiler
El edificio, situado en el número 26 de la calle Francisco Largo Caballero, estaba completamente okupado, según fuentes municipales, que han explicado que, al parecer, sólo los habitantes de dos de los pisos pagaban el alquiler.
Furgones de la Policía Nacional han llegado desde las 6.30 horas al inmueble y han comenzado a llamar a los pisos para que los ocupantes los desalojaran.
Las familias ya estaban avisadas de que en estos días se iba a producir el desalojo, por lo que ya tenían preparadas algunas maletas y mochilas con sus enseres.
En las inmediaciones del edificio había muchos vecinos, algunos con niños pequeños, y en algunos casos han increpado a los policías cuando se cruzaban con ellos, aunque no se han registrado incidentes reseñables.
Para agilizar los desalojos se han cortado al tráfico dos manzanas y en el lugar permanecen también varias unidades de Protección Civil por si hubiera que atender alguna incidencia; de hecho, una de las vecinas desalojadas ha sufrido un desvanecimiento.
Había 180 menores viviendo en el edificio
Según fuentes municipales y los propios vecinos que ocupaban el inmueble, entre los habitantes del mismo había unos 180 menores; los vecinos han explicado que todos los pisos estaban habitados puesto que en cuanto uno quedaba vacío era inmediatamente okupado.
Los vecinos desalojados se han quejado de la "violencia policial" con la que se ha producido el desahucio, ya que dicen que los agentes han entrado "por la fuerza" rompiendo puertas y que les han tratado "como a perros".
José Manuel Barroso, abogado de muchas de las familias afectadas, ha explicado que el edificio estaba vacío cuando los inquilinos lo okuparon, y que muchos han tratado de encontrar una alternativa habitacional.
También recrimina que el desalojo ha ido "terrorífico, un despropósito, con mucha tensión y en un ambiente de vulneración de derechos", y que él mismo "ha sentido miedo de que le pegaran" los agentes, que no han entregado la orden de desalojo y que han acudido sin la comisión judicial.
Ahora, "se quedan en la calle, en situación de indefensión y vulneración social", pese a que hay alrededor de 180 niños y algunos adultos con discapacidad y enfermos de cáncer.
"A dormir en el coche"
Algunos de los vecinos desalojados han expresado su tristeza por tener que abandonar los pisos, que aseguran que quieren pagar pero que no pueden por el alto precio que se les pide, por lo que muchos esta noche "dormirán en el coche, en cajeros o en la calle", según han trasladado a la Agencia EFE.
Los afectados denuncian especialmente que el desahucio ha sido "violento y brusco", que los agentes les han tratado "como si fueran animales" y que han roto muchas de las puertas, por lo que ahora temen que haya robos de su pertenencias, porque no se les permite volver a entrar.
Paula es una de las afectadas, que asegura que solamente le había llegado una notificación policial, el 29 de mayo, en el que "no ponía la fecha en que les iban a echar", por lo que consideran que el lanzamiento es "ilegal".
Ahora "toca buscarse la vida", añade la joven, que es una de las que ha salido sin ninguno de sus bienes, por lo que cree que esta noche "le tocará dormir en un cajero", y que o el Ayuntamiento le paga la ropa o se tendrá que "ir a robar".
Raúl es otro de los inquilinos, que denuncia que lleva más de diez años buscando un alquiler por la zona, pero los precios rondan los 900 euros y, aunque muchos trabajan, "viven en la pobreza" y no pueden asumir todos los gastos. Por eso, piden "alquileres sociales" acorde a sus rentas.
Por su parte, los vecinos de otros bloques pasaban curiosos ante el despliegue policial, sorprendidos porque "no creen que sea necesario ese operativo", como ha asegurado a Efe Rafa, quien vive en la avenida de en frente y "jamás, jamás, ha sentido inseguridad ni ha visto insalubridad" en el barrio.