Ganar una liga después de competir durante 38 semanas, prácticamente casi todo el año, contra todos los equipos, incluidos algunos de los mejores de Europa no es nada fácil. El Barcelona de conseguir este campeonato serían ya 27 los que ha logrado en su más que centenario historia, y precisamente muchos de ellos, en estos últimos tiempos, con una regularidad que no había tenido hasta la irrupción de Johan Cruyfff y la hegemonía del Barcelona de Leo Messi. Si hablaran los aficionados y socios más veteranos del Barcelona de los años 60 y 70, excepción hecha del dominio del Barça de Kubala no darían crédito. Que ahora se esté debatiendo si se debe celebrar o no y si se debe valorar o no un título de liga. ¿Estamos locos?. Una liga, no solo salva una temporada completa, sino que hace que este año sea notable y de éxito absoluto. Otra cosa es que venga acompañada además con una Copa del rey o una Champions League, lo cual convierte la temporada en extraordinaria.
Y no solo eso, el actual Barcelona en proceso de reconstrucción, viene de muy atrás, de entregar la liga del año pasado prácticamente en los dos primeros meses, de no competir en los últimos tiempos y de llevar tres años sin usarse con el título. Como para no valorarlo. Como para no celebrarlo.
Hemos llegado a un punto en el que casi nadie está contento con nada y de lo que se trata normalmente es de restarle valor a lo que consigue el rival.
Y en eso estamos, gana el Barcelona y quitarle mérito es todo uno para evitar destacar lo bueno que hace el equipo de Xavi Hernandez y al club.
Además hay que añadir que esta liga se va a ganar cuando concluya con unos números sensacionales.
A ritmo casi de 100 puntos cuando quedan 10 jornadas para el final algo que solo consiguieron dos equipos en la historia de la liga.
A ritmo de récord defensivo con solo nueve goles encajados que son la mitad de los que encajo el Deportivo de La Coruña de Paco Liaño. Desde luego que hay que poner en valor este título por más que algún rival haya fallado más de la cuenta. El deporte es éxitos y fallos. Si los rivales no fallaran todos empatarían.
Pero que el Real Madrid no haya estado a la altura de lo que se esperaba por diferentes condicionantes no quiere decir que el Barcelona no haya hecho un campeonato sensacional y que su diferencia de 13 puntos a estas alturas, refleje un campeonato de regularidad, muy digno.
Acaso no vieron celebrar al Real Madrid por todo lo alto la liga del año pasado en la que Atlético de Madrid y Barcelona prácticamente entregaron el título a las primeras de cambio y apenas el Sevilla aguantó el ritmo hasta Navidades. Ya les digo yo que ya quisiera la afición del Real Madrid, celebrar esta liga también y más como le está ganando el Barcelona con auténtica autoridad.