En apenas los cinco meses que nos separan de aquella fecha la metamorfosis que ha sufrido el conjunto catalán es casi imprevisible inimaginable y tremenda.
El trabajo profesional que ha realizado el cuerpo técnico de Xavi es incuestionable.
Ha sacudido todos los estamentos y todas las esferas del club.
Reactivó el capítulo de fichajes, logrando grandes incorporaciones, unido a Mateu Alemany y a Jordi Cruyff.
Cambió absolutamente los servicios médicos corrigiendo muchos de los errores que se habían producido en el comienzo de la temporada y que provocaron recaídas en lesiones y largas recuperaciones.
Ha mejorado el rendimiento de muchos de los futbolistas que a las órdenes de Koeman estuvieron muy por debajo de las expectativas y apenas eran sombras sobre el terreno de juego. Ha consolidado la apuesta por la gente joven de la cantera continuando esa si, la buena labor del técnico holandés que le precedió.
Los Gavi, Nico y Araujo siguen teniendo un peso importante en el juego del equipo y siguen creciendo dentro del Barcelona.
Pero lo que es más importante ha recuperado la idea del juego y la filosofía del fútbol tradicional del Barcelona que más éxito Le dió a lo largo de toda la historia del club.
El Barcelona ha vuelto a los orígenes, a los mejores orígenes del éxito, y lo ha hecho con brillantez recuperando también la ilusión de los aficionados que vuelven a disfrutar del juego de su equipo a sentirse identificados y a esperar un domingo tras otro el partido de su equipo.
No sabemos qué ocurrirá de aquí a final de temporada pero no da la sensación de que se pueden torcer las cosas si no antes al contrario seguir una clara línea ascendente y terminar con mejores sensaciones de las que existen ahora mismo que no son nada malas.
Pero pase lo que pase el éxito en el trabajo del nuevo entrenador es evidente, ha cambiado las tornas, y ha interesado el rumbo de un barco que navegaba a la deriva.
Xavi no comenzó esta temporada dirigiendo el equipo de ahí que tenga incluso un mayor mérito todo lo que está realizando cogió el barco en mitad del río, casi de la nada Y lo ha gobernado inmediatamente.
Su trabajo al frente del Barcelona solo puede catalogarse de un éxito total.