Ahora que el argentino vuelve a brillar tanto con su equipo del PSG como con su selección Argentina en la que lleva ya la friolera de 35 partidos sin perder y más de 100 victorias con la Albiceleste, los aficionados recuerdan con cariño las muchas tardes y noches de gloria que dió al equipo Barcelonista. El año pasado fue un año de transición para Messi, llegó prácticamente sin pretemporada con un cambio de aires después de haber vivido siempre en un mismo club y con un equipo jugando siempre para él, todo fue demasiado como para que no lo acusara el extraordinario futbolista argentino. pero ahora y después de asentarse y de haber tenido una pretemporada y un descanso veraniego suficiente volvemos a ver al que es un jugador absolutamente diferencial y que decide la mayoría de los partidos. A Messi aún le queda mucho fútbol, y además tiene la ilusión de afrontar el mundial llegando a tope para intentar conseguir el único título que le falta en su brillantísima carrera deportiva.
Argentina parte como favorita después de mucho tiempo junto con la todopoderosa Brasil y hay ciertas opciones de que Messi se corone campeón del mundo. Esa es ahora la gran preocupación del genio rosarino conseguir el título mundial y después a partir de ahí decidir hacia dónde va.
De momento los franceses no le han ofrecido la renovación aunque intuyo que si lo harán teniendo en cuenta que la operación económica fue más que satisfactoria para las arcas parisinos.
Messi sigue siendo un jugador muy rentable económicamente. Aún no ha descartado continuar una temporada más allí pero está por ver y decidir. Otra opción es la de marcharse a Estados Unidos pero hasta después del mundial no calibra el nivel que tiene de exigencia y si quiere quedarse aún en Europa una temporada más. De momento lo del Barcelona parece bastante lejano.
Su relación con la actual junta directiva es inexistente y además el Barcelona está en un proceso de regeneración que choca con el regreso de Messi. Ahora es un equipo más Coral con Gente y otros líderes más jóvenes y la llegada de Messi podría suponer un cambio importante en ese proceso regenerativo. No parece fácil.
Quizás lo menos complicado sea el tema económico porque podrían conseguirse distintas vías de financiación y no creo que fuera el mayor escollo en la negociación con el Barcelona.
De cualquier forma Messi debe volver al Barcelona ya sea como jugador o como embajador o como presidente de honor o cargos honoríficos vinculados a su enorme talento y conocimiento del fútbol lo contrario sería perder un patrimonio que tiene el Barcelona.
Como jugador lo veo realmente complicado por no decir prácticamente imposible.