Después de 80 años de presencia en Valladolid, los tres últimos representantes de la orden de claretianos abandonarán la ciudad al final del mes de agosto, tanto por la falta de vocaciones como por el paso del tiempo que obliga a los religiosos a emprender nuevos caminos.
Sin embargo, el actual párroco del Corazón de María, Ángel Cabezón, aseguró en Más de Uno Valladolid que confía en que sólo se trate de una despedida momentánea: “En cuanto la situación mejore y haya nuevas vocaciones, volveremos a Valladolid. Ya ha pasado antes en otras épocas de la historia y se puede dar de nuevo”.
La realidad es que los tres claretianos que todavía residen en la capital vallisoletana cuentan con una edad avanzada y que esta medida afectará también a la vida parroquial del entorno de la Circular.
“Los feligreses no se van a quedar sin iglesia. Por fortuna, hay muchas parroquias alrededor que, en cuanto se haga la necesaria reorganización, podrán cubrir sus necesidades”, señaló en Onda Cero.
