Las Tablas de Daimiel reabren al público con 280 hectáreas inundadas
El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, en Ciudad Real, ha reabierto al uso público con 280 hectáreas inundadas de las 1.750 que son susceptibles de ser encharcadas.
EFE
Ciudad Real | 12.06.2020 12:00
Así lo han dado a conocer a Efe fuentes del parque nacional, que han señalado que esta superficie inundada se ha alcanzado después de que entrara en funcionamiento la batería de pozos de emergencia para favorecer la recuperación hídrica del humedal.
Con esta medida excepcional, adoptada por la Comisión Mixta de Gestión, se quería evitar que las turbas del parque, al quedar desprotegidas del agua, pudieran entrar en autocombustión como ocurrió en 2009, provocando un gran daño ambiental en el espacio protegido.
La batería de pozos, que se puso en marcha el 16 de marzo y se paró a finales del mes de abril, ha permitido encharcar casi 200 nuevas hectáreas de terreno, ya que a finales del mes de febrero el parque sólo tenía inundadas 74 hectáreas.
De esta forma, se podrán evitar los incendios de turba durante este verano, a pesar de que los niveles hídricos del parque irán bajando progresivamente como consecuencia de la pérdida de agua por evaporación.
El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel también abrirá a partir de este sábado el centro de recepción de visitantes, donde se ha establecido un aforo máximo de personas que puedan visitarlo, para garantizar las medidas de distanciamiento.
La dirección del parque ha establecido que los turistas deberán realizar la visita a través de los tres itinerarios peatonales autoguiados, con determinadas condiciones de desplazamiento, con el objetivo de cumplir con las medidas sanitarias fijadas por la autoridad sanitaria.
Las Tablas de Daimiel son un humedal prácticamente único en Europa y el último representante del ecosistema denominado tablas fluviales, antaño característico de la llanura central de la Península Ibérica.
Es un ecosistema complejo que mezcla las características de una llanura de inundación, producida por los desbordamientos de los ríos Guadiana y Gigüela en su confluencia, con la de un área de descarga de aguas subterráneas procedentes de un acuífero de gran tamaño.
Estos desbordamientos, favorecidos por la escasez de pendiente en el terreno, llevan emparejados el desarrollo de una potente y característica cubierta vegetal que constituye un excepcional hábitat para toda la fauna ligada al medio acuático.
Con la declaración del Parque Nacional se dio un gran paso en la conservación de uno de los ecosistemas más valiosos de La Mancha, para asegurar la supervivencia de la avifauna que utiliza estas zonas como área de invernada, mancada y nidificación, creando una Zona Integral de aves acuáticas.