Ocurrió el pasado 8 de diciembre

El personal sanitario del hospital de Puertollano expresa su repulsa por la paliza a una médica de Urgencias

El personal sanitario del Hospital Santa Bárbara de Puertollano (Ciudad Real) se ha concentrado este martes a las puertas de las Urgencias de este centro para expresar su preocupación y condenar, una vez más, la brutal agresión sufrida por una médica de urgencias el pasado 8 de diciembre.

Europa Press

Puertollano |

El personal sanitario del Hospital Santa Bárbara de Puertollano (Ciudad Real) se ha concentrado este martes a las puertas de las Urgencias de este centro para expresar su preocupación y condenar, una vez más, la brutal agresión sufrida por una médica de urgencias el pasado 8 de diciembre.

Al filo de las 11.00 horas los compañeros de la agredida han leído un manifiesto en el que han reiterado su "tolerancia cero" contra cualquier agresión física, y han pedido la elaboración de un plan interdisciplinar contra la violencia sanitaria, con la implicación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los órganos colegiados y la gerencia de área de cada centro.

También piden la realización de auditorías periódicas anuales, formación obligatoria para sanitarios, el refuerzo de la seguridad con medidas activas y pasivas en todos los centros hospitalarios y sociosanitarios, y la revisión de protocolos de actuación frente a pacientes conflictivos.

De igual modo, han demandado el refuerzo del personal de seguridad a las puertas de las Urgencias y la dotación de medios técnicos suficientes, con asistencia integrada a las víctimas con apoyo médico y psicológico, al margen de justicia "rápida y eficaz" para calificar las agresiones como delito contra la autoridad.

De su lado, el gerente del área, Cesáreo Peco, ha manifestado que la agresión sufrida por esta compañera "ha impactado directamente en el corazón de la gerencia". "Estos hechos son devastadores, y han roto todas las barreras del respeto, con graves lesiones físicas y emocionales para esta profesional", ha dicho.

La Gerencia ha recordado que detrás de cada bata blanca y uniforme "hay un ser humano que puede sentir miedo, frustración e incluso impotencia, y el entorno laboral debe ser un lugar seguro y no un campo de batalla".

"Esta institución se compromete a trabajar para conseguir un entorno seguro y respetuoso para todos los profesionales; es inaceptable que las profesionales sientan miedo al acudir a su puesto de trabajo y que tengan que soportar este tipo de actuaciones", ha concluido.