El alcalde de Huesca, Luis Felipe, junto con los concejales de Urbanismo y Servicios Generales, María Rodrigo y Roberto Cacho, ha visitado esta mañana las obras de adecuación de la plaza Inmaculada, recientemente finalizadas, y que han consistido en la reparación del pavimento, la eliminación de barreras arquitectónicas y la sustitución del arbolado que se han llevado a cabo en los últimos meses.
Una actuación provisional con la que se mejora el entorno a la espera de que se desarrolle la segunda fase del proyecto de sustitución de la red de saneamiento del Coso Alto. El alcalde ha incidido en la necesidad de las obras porque “había que resolver los problemas de accesibilidad y equipamientos que tenía la plaza, una de las más céntricas de la ciudad”.
Durante los trabajos se ha demolido el pavimento y la solera de la plaza, colocando una plataforma única que elimina las barreras arquitectónicas. También se han instalado nuevos sistemas de riego y se ha mejorado el alumbrado público y la iluminación de la estatua ubicada en el centro de la plaza, tal y como ha indicado la concejala de Urbanismo, María Rodrigo.
Además, se ha pasado de seis a doce árboles. Se ha optado por la colocación de carpes, árboles muy verdes y amables con el medio urbano. La obra, que se ha llevado a cabo con recursos propios del Ayuntamiento de Huesca a través de las Áreas de Servicios Generales y Urbanismo, sirve de base para la posterior reurbanización, por lo que la plaza no sufrirá cambios en las actuaciones que se lleven a cabo en el futuro.