Los propietarios de cafés y bares podrán recibir una ayuda directa de un máximo de 1.000 euros. En el caso de los establecimientos de ocio nocturno es de 3.000 euros, lo mismo que los comercios al por mayor y comidas para eventos, pero, en este caso, siempre que sus ingresos se hayan reducido más del 50%. El presupuesto es limitado y accederán a esas ayudas las solicitudes por riguroso orden de entrada. El vicepresidente del Gobierno aragonés, Arturo Aliaga, no descarta ampliar el presupuesto, pero tampoco lo confirma.
Además, cada establecimiento podrá solicitar un aval de hasta 300.000 euros y un crédito de un máximo de 50.000 euros. Esas solicitudes deberán presentarse por vía telemática y podrán solicitarse durante un plazo máximo de 20 días desde su publicación en el Boletín Oficial de Aragón.
REACCIONES
El sector reclama medidas sin coste económico directo, como regular la legislación de los alquileres, bonificaciones o exenciones fiscales para hacer frente a su situación. Dicen que no pueden pagar impuestos si se lees prohíbe tener ingresos. El portavoz de los locales de ocio nocturno, Alberto Campuzano, considera ridículo el plan del Gobierno autonómico y cree que muchos negocios que esperaban la presentación de las ayudas, ahora sí, están abocados al cierre.
Los sectores receptores de las ayudas se han mostrado muy críticos con el Gobierno de Aragón. El presidente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza, Luis Femia, cree que la solución que les ofrecen es endeudarse. Considera las ayudas directas muy escasas, insuficientes para paliar las pérdidas que acumulan por las restricciones autonómicas.
