Este verano, determinadas zonas del Pirineo han sufrido masificación y actitudes incívicas en varias zonas naturales de baño. Es lo que sucedió, por ejemplo, la zona de la Gorga en el rio Ara a donde llegaban autobuses fletados desde Cataluña de forma continua. En ese momento, desde el Ayuntamiento de Boltaña se decidió que había que hacer algo para que esta zona no se echara a perder. Lo que han hecho es una ordenanza para las zonas de baño, regulando los accesos y con restricciones.
El objetivo de todas estas medidas, como explica el alcalde José Mª Giménez, es el de hacer que se vuelva a hacer un uso tradicional de esta zona, para lo que se han plasmado en una ordenanza una serie de medidas basadas en el sentido común, pero que permiten que se tenga un control y así permitir que estas zonas permanezcan en buenas condiciones para que las disfruten futuras generaciones. Estas medidas plasmadas en la ordenanza no pretende disuadir a los visitantes, sino mantener en buenas condiciones este recurso natural.
Entre las restricciones que se marcan en la ordenanza destacan la prohibición de altavoces con un volumen intrusivo, tirarse desde los puentes, hacer fuego, cocinar, llevar envases de vidrio o reservar espacios. Tampoco se podrán utilizar colchonetas o pelotas en el rio si causan molestias al resto de la gente y se tiene en cuenta también medidas de conservación de la naturaleza y el medio ambiente como no utilizar jabones para limpiar en el rio, se prohíbe tirar residuos, cazar animales o cortar vegetación.
El alcalde ha mostrado la colaboración con los Agentes de Protección a la Naturaleza y del Seprona, además de la Guardia Civil que ya a finales del verano ayudaban al control de la norma y porque no se cometieran acciones incívicas
En la ordenanza también se contempla la prohibición de mascotas en determinadas zonas, a no ser que sean de salvamento o de asistencia a personas con discapacidad, y se ha habilitado un lugar específico y señalizado en el que sí pueden bañarse.
Las normas de la ordenanza se contemplan entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, además de Semana Santa y puentes de gran afluencia como el de Mayo. Las sanciones oscilarán, dependiendo de la gravedad, entre los 30 y los 900 euros.
