Quini, el defensa lateral derecho del conjunto de Robert Moreno, que en el partido del pasado lunes ante el Cádiz CF cumplió cien partidos como rojiblanco, ha apelado a la unión del vestuario para que el equipo salga de la actual crisis de resultados. Una racha negativa que le ha llevado a estar ya durante ocho partidos consecutivos sin conocer la victoria, hecho este que ya sabe todo el mundo a dónde ha conducido al conjunto granadino. El jugador cordobés ha hecho también referencia a esa familia que ha habido entre los futbolistas, virtud que ha sido clave en los grandes éxitos conseguidos durante las últimas temporadas.
Entonces, ¿qué ha sucedido para que todo esto se haya roto en mil pedazos? La política deportiva emprendida por el club desde el pasado verano no ha dado ningún fruto. Los jugadores que han llegado, tanto en el mercado de verano como en el de invierno, salvo la excepción del portero Maximiano, que sí es cierto que ha ofrecido un nivel excepcional en la portería, no han mejorado el nivel ofrecido por los futbolistas de la pasada temporada y a pesar de ello tanto los gestores de la dirección deportiva como el propio entrenador se han empeñado una y otra vez en relevarlos a marchas forzadas.
Por desgracia, el resultado de esta revolución puede conducir al Granada CF a la segunda división. Ojalá que pueda corregirse el rumbo, porque aún queda tiempo para rectificar.
