Y es que en las dos últimas campañas los azulgrana han sido terceros en la fase de grupos y no han accedido a las eliminatorias directas. Solo dos de los seis partidos ganó la pasada temporada, ambos frente al Viktoria Pilsen checo. Pero las sensaciones en este inicio de curso son diferentes.
Empezará el baile europeo ante el Amberes, entrenado con un viejo conocido del barcelonismo, el neerlandés Mark van Bommel, y con otro exazulgrana (Marc Overmars), como director técnico. Será además el estreno de Montjuïc como escenario de un partido de Champions.
El alemán Ilkay Gündogan podría volver a la medular y Lamine Yamal o el brasileño Raphinha son candidatos también a estar en el once titular. En todo caso, el Barcelona necesita empezar con buen pie en una competición cuya final se disputará en su estadio fetiche, el de Wembley, donde ha levantado dos Champions.
El Amberes, un novato en la Champions
El Amberes arranca su primera aventura en Liga de Campeones en 66 años con la ilusión de medirse contra un grande, en un duelo en la Ciudad Condal en el que estará arropado por más de 2.600 aficionados que han querido acompañar al club flamenco en su incursión en la máxima categoría del fúbtol europeo.
En lo deportivo, el vigente campeón de la liga belga ha iniciado la temporada con dificultades, cosechando tres victorias, dos empates y una derrota que le colocan como quinto clasificado. Pero llega a Barcelona con el depósito de la confianza llena tras anotarse una contundente victoria en casa del Westerlo (0-3) el pasado viernes.
