El derbi entre el Sevilla y el Betis disputado este domingo en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán acabó con empate a uno gracias a los goles que llegaron en la segunda parte, aunque con la impresión de que el conjunto verdiblanco desperdició una gran oportunidad de llevarse los tres puntos al gozar y las mejores ocasiones de marcar.
Después de una primera parte en la que el Betis estuvo mejor, en la segunda el Sevilla salió con mejor disposición y ello le dio para que el croata Iván Rakitic igualara en el minuto 79 el 0-1 logrado poco antes por Ayoze Pérez.
Tras una primera parte con clara superioridad del Betis, que enlazó su duodécimo partido sin perder, el Sevilla reaccionó en la segunda, pero no le dio para frenar a un conjunto verdiblanco que, en general, fue mejor y se adelantó en el minuto 72 por medio de Ayoze, pero no remató la faena porque Rakitic igualó en el 79 como mal menor para un equipo que encadenó su quinto empate en Liga, los cuatro últimos con el técnico Diego Alonso, quien aún no ha ganado en el torneo liguero.
El Sánchez-Pizjuán acogía un nuevo derbi entre los eternos rivales sevillanos, que llegó con ambos equipos en dinámicas radicalmente distintas, con el Betis lanzado -once partidos invicto- y el Sevilla en su peor momento del curso, con urgencias y los nervios a flor de piel, e incluso con su técnico Diego Alonso cuestionado por gran parte de la afición.
Pocas sorpresas hubo en las alineaciones, pues en los nervionenses el entrenador uruguayo, tras la debacle y la mala imagen del miércoles en la 'Champions' contra el Arsenal (2-0), hizo cinco cambios previsibles, con el regreso de Jesús Navas a la derecha, de los mediocampistas Rakitic, el francés Soumaré y Óliver Torres, y del extremo argentino Lucas Ocampos para mantener al marroquí Youssef En-Nesyri en punta.
En el Betis, con el grave e inesperado contratiempo de tener que alinear como portero a Fran Vieites, un chaval de 24 años del filial, por la lesión el jueves de Claudio Bravo que se unió a la baja conocida de Rui Silva, el chileno Manuel Pellegrini, con ese único y notable cambio, repitió el once de los dos últimos triunfos ligueros ante Osasuna y Mallorca.
En él, el exsevillista Isco, que rescindió hace un año con el club del barrio de Nervión, asumió ejerció desde el inicio como protagonista en la creación del fútbol ofensivo del conjunto de Heliópolis, que salió con mucha más intensidad, más metido en el partido y con un mayor descaro, hasta el punto de que a los 40 segundos el malagueño, solo en el área, dispuso de un cabezazo que remató flojo y mal para que lo parara sin ningún problema el serbio Marko Dmitrovic.
El Betis comenzó mandón, volvió a avisar a los 3 minutos con un tiro del argentino Guido Rodríguez que despejó el meta serbio y se mostró superior ante un Sevilla dormido, que pareció no tener un plan de juego muy definido y al que no le salió nada en el primer tiempo, siempre superado por un cuadro verdiblanco más vertical y con las ideas mucho más claras.
Al cuarto de hora, Bellerín marcó en un tiro que rozó en el serbio Gudelj, aunque el equipo de Diego Alonso respiró al ser anulado por un fuera de juego previo de Guido. El Betis generó más peligro que un Sevilla aturdido, que sufrió atrás y no presionó arriba, ni dominó ni conectó con En-Nesyri. Sólo se salvó en un primer tiempo muy mediocre Ocampos, por ganas y ambición, pero muy solo en sus intentos de despertar a los suyos.
Los béticos, muy sólidos en el medio campo con Guido Rodríguez y Marc Roca, y con un gran Isco al timón a pesar de que el brasileño Willian José apenas apareció, tuvieron más ocasiones y pudieron adelantarse a los 34 minutos en un doble remate de Miranda, quien entrando desde la izquierda se topó con Dmitrovic y luego mandó alto el rechace.
Diez minutos después la tuvo Isco en un tiro dentro del área que salvó, providencial, Pedrosa, lo que dio paso al descanso con muchas mejores sensaciones en el bando verdiblanco ante un Sevilla aletargado, impotente y muy inferior.
Los goles llegaron en la segunda parte
En la reanudación, los sevillistas salieron revitalizados, con Soumaré más entonado en el puesto de medio centro, Rakitic más activo en los terrenos de creación y de nuevo con el energético Ocampos como punta de lanza, y aunque sus llegadas fueron previsibles, pareció hacerse por primera vez con el control del choque ante un Betis más pausado, como esperando su oportunidad.
Ésta llegó al filo de la hora de juego en una buena acción de Ayoze Pérez, quien, perfecto, controló el balón, recortó al francés Badé en la frontal y estrelló su disparo en el exterior del poste izquierdo de la meta local. No fue la única, pues cinco minutos más tarde, en el 62, el canario se revolvió en el área y su tiro lo despejó con los puños un seguro Dmitrovic.
Antes habían replicado los de Nervión con un tiro que Pedrosa envió fuera, en uno de los pocos remates eon los que los sevillistas intentaron probar al joven meta Vieites, muy tranquilo y solvente en todo el derbi, sin pesarle la responsabilidad. En el ecuador de esta mitad, En-Nesyri también cabeceó un centro del dinámico Pedrosa, pero no halló portería.
Quien sí acertó, tras dos buenos intentos anteriores, fue Ayoze, que hizo el 0-1 a los 72 minutos, su cuarto gol en Liga, al interceptar un mal despeje de puños de Dmitrovic a centro de Isco para rematar a bote pronto al fondo de la red. Pero el Sevilla se repuso pronto y, sólo 7 minutos después, Rakitic batió a Vieites con un impresionante y ajustado derechazo.
El 1-1 abrió aún más el duelo, con alguna opción de los verdiblancos como en un centrochut de Guido y también por parte de los blancos, como en un tiro con rosca habitual en Suso, quien había relevado antes a Ocampos, que desvió en el 83 el joven portero bético u otro desde muy lejos de Gudelj. Los de Pellegrini apretaron en la recta final, pero el marcador ya no se movió en un derbi que quizás el Betis dejó escapar.