En antropología hay dos cosas que se suele decir que nos hicieron eminentemente humanos: una es cocinar. La otra, la música. Los instrumentos musicales más antiguos encontrados datan de hace unos 43.000 años. Pero seguramente mucho antes ya se jugaba con ritmos básicos, golpes y movimientos. Probablemente usados para comunicarse o calmar a los bebés de los primeros humanos. Una conexión con nuestra parte más animal. Pero, ¿pueden los animales hacer y sentir la música como nosotros? El periodista y divulgador científico Mario Viciosa nos explica cómo es la música de los animales en Divulga que algo queda de Por fin no es lunes.
Además, la duda de la semana que Mario Viciosa plantea en Por fin no es lunes es si los peces tienen oído. Pues no como los mamíferos. No hay una estructura similar, con su tímpano, pero sí un órgano, a modo de oído interno, que les permite percibir sonidos. Tiene laberinto, huesecillos y tres cámaras. Pensemos que en el agua los sonidos se propagan mejor, así que son muy sensibles a los ruidos humanos, por ejemplo.