Les saludamos desde la Plaza de San Pedro con las puertas de la Basílica abiertas desde hace tres horas para que los fieles puedan despedirse de Francisco. Y el sábado funeral con asistencia de 70 jefes de Estado o de Gobierno incluido el rey Felipe con lo que España va a estar perfectamente representada.
Lo que seguimos sin saber es por qué no viene Sánchez. Como no hay explicación oficial podemos especular. Primero, porque si no viene, hablamos de él convirtiéndole en el muerto en el entierro. También puede ser porque mientras discutimos sobre su ausencia, obviamos cómo ignora al parlamento o sus promesas de no comprar más armamento a Israel. O tercero, porque simplemente no le apetece aparecer, aunque considerara a Francisco un referente moral.
Lo cierto es que no va a estar aquí con todos los que tienen algo que decir en la política internacional. Siente que no es su sitio.