Hoy es el día en el que España celebra cada año la literatura y celebra la lengua española. Que es la lengua materna de Álvaro Pombo, premiado este año; es la lengua materna de Luis Mateo Díez, su predecesor —qué buena gente, ambos— y que es la lengua materna del Papa al que esta mañana despiden aquí, en la Basílica de San Pedro, los fieles —quiso ser recordado como buena gente, también—. No fue el primer Papa que aprendió a rezar en español —cómo olvidar a nuestro papa Borgia, que igual, hasta rezaba alguna vez— pero sí fue el primer Papa nacido en la América que una vez fue española.
El funeral del papa Francisco
Y en este día de letras será en Roma donde se escriba la primera de las últimas páginas en la historia del papa Bergoglio. Antes de las nueve —lo escucharemos— el féretro de madera que contiene el cuerpo del papa difunto será alzado en la capilla donde ha sido velado —íntimamente— estas últimas veinticuatro horas para ser traslado en procesión solemne hasta el altar de la confesión de la Basílica. Serán entonadas las letanías con las que se ruega a los Santos de la Iglesia que intercedan por el fallecido y entrará el cortejo fúnebre a la plaza bajo el arco de las campanas, en el lado opuesto —y esto no es símbolo— a aquel por el que hace veinte años vimos aquí entrar el cuerpo amortajado de Juan Pablo II.
En este día de letras será en Roma donde se escriba la primera de las últimas páginas en la historia del papa Bergoglio
Entonces estuvo repleta esta plaza con decenas de miles de personas emocionadas que habían seguido noche a noche la agonía del Papa, en vigilia y pendientes de la luz que permanecía encendida en su habitación del Palacio Apostólico. Esta vez, el fallecimiento de Francisco se produjo cuando parecía que estaba restableciéndose, sin previo aviso en la madrugada del lunes de Pascua, y eso ha hecho que en estas cuarenta y horas primeras del duelo la imagen que ha ofrecido esta plaza no se ha distinguido demasiado de la que tiene cada día del año, entre peregrinos y turistas.
Entonces estuvo repleta esta plaza con decenas de miles de personas emocionadas que habían seguido noche a noche la agonía del Papa
A las once se abrirá al público la Basílica. Están informados los fieles de que habrá que guardar cola, ya veremos por cuánto tiempo o por cuántas horas. En contraste con la mañana de ayer, a esta hora el trasiego ya es notable, las restricciones para moverse ya se producen y la presencia de policía, carabineros, militares, bomberos y paramédicos da cuenta de lo que está por venir tanto hoy como el próximo sábado. Diez de la mañana del sábado, el funeral de cuerpo presente que reunirá en esta plaza no sólo a miles de católicos, y no católicos, comunes y corrientes sino a gobernantes con enorme poder y en número, y concentración, que pocas veces se produce. Puede que sean los funerales de los Papas, más aún que los de los reyes o los presidentes, los que ofrezcan la mayor diversidad, y abundancia, de poderosos que pueda verse en el mundo.
Puede que sean los funerales de los Papas, más aún que los de los reyes o los presidentes, los que ofrezcan la mayor diversidad, y abundancia, de poderosos que pueda verse en el mundo
¿Quién acudirá al funeral?
En la lista de quienes ya han confirmado su asistencia está Trump —el hombre del momento—, está Zelenski —uno de sus damnificados—, está Milei —apóstol de Trump y compatriota del difunto, a quien consideró endemoniado—, está Meloni, está Macron, y Costa y Von der Leyen, y Starmer, el británico, y los Reyes de España, don Felipe y doña Letizia, que no son gobernantes ni quieren pero que encabezan la delegación oficial en la que, sorprendentemente, no está el presidente Sánchez.
Ayer le preguntamos en este programa al ministro Bolaños si vendría el presidente y dijo que aún no estaba decidida la delegación. Luego Sánchez decidió por él, y por todos, y se borró de la expedición. Sin sentirse obligado a dar explicación alguna a su ausencia. El argumento de que ya va bien servida la delegación con dos vicepresidentas, un ministro y, por delante, unos reyes no es, en rigor, una explicación. Sólo es una descripción de quién va y quién no ha querido ir. Puede que tengamos un presidente biológicamente alérgico a los funerales.
- Opción uno: puede que lo que tenga es alergia a los actos religiosos.
- Opción dos: puede que se le haga bola compartir protagonismo con los reyes.
- Opción tres: o puede, simplemente, que tenga cosas más apetecibles que hacer un sábado por la mañana. Qué te digo yo, salir con la bicicleta; leer un libro de Historia; ensayar una homilía; dar un mitin.
Puede que tenga cosas más apetecibles que hacer un sábado por la mañana. Qué te digo yo, salir con la bicicleta; leer un libro de Historia; ensayar una homilía; dar un mitin
Gobernar, lo que se dice gobernar, quienes gobiernan ahora mismo el Vaticano son los integrantes de la gestora —permítaseme llamarla así— que organizan la estancia de los cardenales que tienen en sus manos la investidura del papa siguiente. En votación secreta y las veces que haga falta hasta sumar mayoría reforzada de dos tercios, aquí no vale con la mayoría absoluta. Y no hay Puigdemones, que se sepa, que tengan en su mano la llave para que el investido sea uno o sea otro, dependiendo de quién le pague el peaje.
Y no hay Puigdemones, que se sepa, que tengan en su mano la llave para que el investido sea uno o sea otro, dependiendo de quién le pague el peaje
Ciento treinta y cinco cardenales en representación de sí mismos —y apretados, porque en Santa Marta sólo hay habitaciones para ciento veinte— que en la segunda semana de mayo empezarán con la liturgia del cónclave y que antes —hoy mismo, y mañana— aprovecharán estos compases previos para tratarse, y conocerse mejor y sondearse, como ayer nos contaba el cardenal español Fernández Artime.
Conocerse, sondear sensibilidades, barajar nombres. Y leer prensa. Porque aunque todo, al final, se fíe al espíritu santo, los cardenales ojearán, seguro, los diarios y verán cómo de los ciento treinta y cinco que son, las crónicas señalan sólo a veinte o treinta de ellos, quizá quince, puede que cinco, como los verdaderos aspirantes. Ayer comentamos con el cardenal Cobo Cano que no a ningún cardenal se le ha escuchado nunca decir en público: sí, yo estoy deseando ser Papa.
Verán cómo de los ciento treinta y cinco que son, las crónicas señalan sólo a veinte o treinta de ellos, quizá quince, puede que cinco, como los verdaderos aspirantes
El Pontificado como servidumbre. Cabe pensar que no a todos los cardenales les parezca el puesto tan poco apetecible como al arzobispo de Madrid. Y que alguno, o algunos, tengan ya a sus conseguidores trabajando para lograr la suma que haga posible su investidura.
El aumento del PIB
En España, obligado por los compromisos adquiridos y porque los demás gobiernos de la OTAN y la Unión Europea aprietan, el presidente Sánchez concretó ayer el dinero que añadirá al gasto en Defensa para alcanzar el dos por ciento del PIB este año.
No será para el verano, como dijo Rutte el día que cantó la gallina e incomodó al gobierno de España, sino para fin de año. Naturalmente lo primero que dijo el presidente, obsesionado siempre con compararse con los gobiernos anteriores para persuadirnos de que él siempre es mejor, es que Rajoy se comprometió a llegar al 2% de PIB para 2029 pero luego aumentó muy poco el gasto militar. En rigor lo que pasó es que Rajoy dejó de ser presidente, inesperadamente (sobre todo para él) en 2018 y dejando sin cumplir casi todo, incluidos los Presupuestos del Estado que acabó heredando Sánchez, gentileza del PNV. En siete años ha aprobado tres Presupuestos propios y el año pasado y éste ni siquiera se molestó en presentar a las Cortes un proyecto. Tampoco ahora lo hará. Y tampoco ahora contará con el Congreso para este subidón del rearme.
En rigor lo que pasó es que Rajoy dejó de ser presidente, inesperadamente (sobre todo para él) en 2018 y dejando sin cumplir casi todo, incluidos los Presupuestos del Estado que acabó heredando Sánchez, gentileza del PNV
Sánchez rinde cuentas ante nuestros socios europeos a costa de importunar a sus socios de gobierno y sus socios parlamentarios, bastante cómodos, por otra parte, en este papel de furibundos opositores del gasto militar que les permite sacar la pancarta, endurecer el verbo, amenazar con la apertura de las puertas del infierno… Para luego seguir o gobernando en coalición con el PSOE, como hace Sumar, o apuntalando a Sánchez en las Cortes evitando ponerle en demasiados aprietos y dejando pasar que ni presente Presupuestos ni cuente con el Parlamento para decidir nada, como hace el resto. Podemos es hoy feliz porque un 2% de PIB en Defensa le permite encumbrar a su candidata a dedo Irene Montero a la condición de Yoko Ono del pacifismo nacional, give peace a chance, y maldito sea el señor de la guerra al no parecer que hicieran tantos ascos cuando el incremento del gasto militar de 2021, es decir, cuando los Iglesias-Montero eran altísimos cargos del gobierno que incrementaba, o de 2023, cuando la altísima era Ione Belarra.
Podemos es hoy feliz porque un 2% de PIB en Defensa le permite encumbrar a su candidata a dedo Irene Montero a la condición de Yoko Ono del pacifismo nacional, give peace a chance
No recuerdo cuánto se habló del gasto en Defensa en la campaña electoral de 2023, la verdad, ni cuántas veces se ha manifestado Podemos en las calles, desde entonces, para denunciar que el gobierno impulse medidas que no contaron con el aval de los electores. Sí recuerdo que el gobierno impulsó una medida contra la que había hecho campaña el PSOE, la amnistía, y siendo celebrado por partidos como Podemos que nunca vieron problema alguno en que el Congreso aprobara una ley a sabiendas de que la mayoría de los ciudadanos ni pudo secundarla en un programa electoral en el que nunca estuvo ni pudo pronunciarse abiertamente porque Sánchez eludió convocar una consulta.
Qué tiempos aquellos en que Esquerra y Junts se preguntaban qué problema había en preguntarle a la gente. Qué problema había en votar.
Qué tiempos aquellos en que Esquerra y Junts se preguntaban qué problema había en preguntarle a la gente