Patxi López también se va. Tras 30 años en el socialismo español con diversas responsabilidades cree que ha llegado el momento de caras y personas nuevas. Le empujan unos malos resultados electorales que ha asumido como hace unas horas lo hizo Rubalcaba y por idénticos motivos. La falta de apoyo del electorado que les aboca a la renovación no es exclusiva de los históricos. Otros como Tomás Gómez en Madrid tampoco tuvieron el domingo su mejor día pero descarta irse porque considera que con que Rubalcaba cargue con ello es suficiente.