Se cuenta en “La mala vida en la España de Felipe IV” que las busconas, mozas de partido y niñas del agarro llegaron a frecuentar 800 casas de compañía en Madrid y ni el Rey pudo suprimir los burdeles.
Acabar con la prostitución es como acabar con la ley de la gravedad. Pedro Sánchez prometió terminar con la prostitución, pero los casos de Tito Verni con mordidas, bacanales, cocaína y rameras y caso del Parador de Teruel demuestran su fracaso. En Teruel durante una visita oficial del número dos del PSOE y Ministro de Transportes se organizó una bacanal con prostitutas y terminó con daños en el parador. El ministro y el PSOE han desmentido la noticia pero la suite principal estaba destrozada y el Parador envió al Gobierno la factura por los daños. Según se ha podido saber, Ábalos apareció con una furgoneta repleta de señoritas que acabó con violencia. El Gobierno ha desmentido el suceso que lo achaca aún pseudomedio y a los bulos contra el Ejecutivo pero existen las facturas. El PP va a presentar varias preguntas en el Congreso.
Feijóo ha decidido aumentar la presión sobre el PSOE y UCO ha confirmado que Ábalos y Koldo pasaron la noche hospedados en el parador y han verificado los destrozos de la suite. La alcaldesa de Teruel ha lamentado el perjuicio a la imagen de la ciudad; en vez del arte mudéjar o la historia de amor jamás contada, la de los Amantes de Teruel, hablan de prostitución. Añade la alcaldesa que el Partido Socialista da lecciones de feminismo y conocía y consentía la compra de servicios sexuales.
Aparte de los Amantes de Teruel y el arte mudéjar la comarca tiene el vino de la ribera del Jiloca que alarga la vida.
Viva el vino.
