Creo que aquí nunca hemos acusado a Dolores Delgado de ser obediente al Gobierno. Sí hemos expresado las dudas de que una exministra de Justicia y exdiputada del PSOE, sea la persona más adecuada para ser Fiscal General del Estado. Sobre eso hay un consenso muy extendido en la sociedad. A partir de ahí, lo que tiene que hacer la señora Delgado, es demostrar que actúa con autonomía. No con independencia, cualidad que se exige a los jueces, pero no a los fiscales, sobre todo desde que Pedro Sánchez dijo aquello de que los fiscales dependen del gobierno.
En el trabajo de Delgado, hay muchas zonas donde puede demostrar esa autonomía. De los tres casos que me citas, el más notorio es el informe sobre el indulto de los presos del 'procés'. Ni el Gobierno ni nadie le puede pedir un informe favorable. Primero, porque si es un indulto general, equivalente a esa amnistía que reclama el independentismo, está prohibido por la Constitución, y eso es lo que dirá el informe de la Fiscalía.
Y segundo, porque para cualquier indulto se exige el arrepentimiento y lo que hay en su reiterado "lo voltarem a fer" es justamente lo contrario. El Gobierno puede dar indultos personales, pero no generales, y puede darlos como decisión política. La Fiscalía no puede bendecirlo, porque su criterio es jurídico. En todo caso, para saber si la Fiscal obedece al gobierno, lo primero que hay que saber es qué le pide el Gobierno. Y eso, querido Alsina, nadie lo sabe ni lo sabrá.
