OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "El 11M compartimos un hilo invisible que nos conectaba en el estupor, el desgarro y la rabia"

'Protagonistas' había empezado aquella mañana a las seis, como cada día, contando las noticias de un jueves de campaña electoral (había elecciones el domingo). Zapatero prometía diálogo y un nuevo estatuto para Cataluña y otro para el País Vasco. Rajoyse ofrecía a hacer un poco más y un poco mejor que lo que había hecho Aznar. Zidanehabía metido al Madrid en cuartos de la Liga de Campeones y el Celta, que la jugaba aquel año, había caído frente al Arsenal. Luis del Olmo tenía preparado aquel día un programa cuyos contenidos anunció pero nunca llegaron a emitirse.

Carlos Alsina | @carlos__alsina

Madrid | 11.03.2019 08:13 (Publicado 11.03.2019 07:47)

Ni Los Estopa ni Isabel la Católica llegaron a sonar el 11 de marzo de 2004 en 'Protagonistas'. Todo cambió con la primera explosión. Con el primer sobresalto. Con la primera llamada de un oyente que empezó a contar lo que ya no dejaríamos de contar toda la mañana.

Más que Atocha, dirección de las vías. La nube de humo que describía el oyente era la de la calle Téllez. El último tramo de vía antes de entrar en la estación. Las cuatro mochilas del cuarto de los trenes. Dos minutos antes habían explotado las tres bombas de Atocha, las dos de la estación de El Pozo y la mochila bomba de Santa Eugenia. Todas los testimonios que sonaron en esta radio a partir de aquel momento, esa mañana, describieron una situación espantosa, nunca antes vista, y nunca antes contada minuto a minuto en nuestro país.

Once de marzo de 2004. Aquella mañana aún nadie lo llamó 11-M. 'A consecuencia de las explosiones', dijo la sentencia judicial, 'fallecieron 191 personas, 34 en Atocha, 63 en Téllez, 65 en El Pozo, 14 en Santa Eugenia y 15 en distintos hospitales de Madrid. Resultaron heridas 1857 personas. Los daños materiales nunca fueron tasados del todo'. Cuando pasó lo de Madrid ya habíamos sido espectadores todos, en la distancia, de los atentados del 11 de septiembre de 2001, las Torres Gemelas. De la matanza de la playa de Kuta, en Bali. De la del santuario de Kerbala, en Iraq. Pero en Madrid no fuimos espectadores sino afectados. Todos, en mayor o menor medida. Todos compartiendo aquella mañana una especie de hilo invisible que nos conectaba en el estupor, el desgarro y la rabia.

Volver a escuchar algunos de los testimonios de aquel día habrá reavivado en usted los recuerdos, las emociones y las reflexiones que se hizo mientras iba conociendo hasta qué punto era demoledor lo que había sucedido. Se estará acordando de usted mismo hace quince años. De quién era, dónde estaba, cuál era la vida que hacía y cuáles eran sus circunstancias personales.

Esta mañana, en Más de uno, nos proponemos (les proponemos) mirarnos a nosotros mismos con la perspectiva que dan los quince años que ya han pasado. Quince años es una generación. Los universitarios de entonces hoy son, en muchos casos, padres. Los padres y las madres que entonces acababan de serlo —quienes siguieron las noticias del 11M con un bebé en casa, o en brazos— hoy traen a sus hijos quinceañeros al instituto o al colegio. Quinceañeros con teléfono inteligente, seguidores de canales de youtube, con grupos de whatsapp, con cuentas de instagram y con perfiles en Facebook. Qué saben ellos de lo que sucedió en Madrid un once de marzo, qué les hemos contado y cómo.

Para eso nos hemos traído hoy la radio a la escuela. A un colegio que cubre desde la primaria de los pequeñajos al segundo de bachillerato de los más veteranos. Nos hemos traído la radio a clase —colegio MiraMadrid, abre sus puertas a las nueve— y ya que estamos aquí, pretendemos asomarnos también a las aulas y, si nos dejan, al recreo.

Así que si, a partir de las nueve, nota usted que su aparato receptor se le llena de niños que vocean y adolescentes que opinan, sepa cuál es la razón. Hoy la radio la hacemos entre gente joven.

Campaña electoral y movimientos.

Ciudadanos en Castilla y León: la sombra del pucherazo. Los 81 votos de más y el momento en que se emitieron. Presuntamente.

En Navarra hay coalición electoral de UPN con Ciudadanos. El antiguo socio del PP se pasa al naranja.

En el PDeCAT, más Puigdemont. Candidato a las europeas y con los suyos repartidos por las candidaturas al Congreso. Se acabaCarles Campuzano, pese a los muchos méritos que ha hecho tragando siempre con lo que llegaba de Waterloo.