El periodista y presentador Vicente Vallés ha visitado este martes los estudios principales de Onda Cero para presentar su nueva novela, La caza del Ejecutor, un thriller de espionaje que arranca con el asesinato de un agente de los servicios secretos rusos y toda su familia. Los protagonistas, Teresa Fuentes, agente del CNI, y Pablo Perkins, veterano de la CIA, liderarán una investigación internacional para dar con el autor del crimen.
El "Síndrome Vallés"
Durante la entrevista con Carlos Alsina, Vallés explicó cómo equilibra la realidad con la ficción a lo largo del libro. "Intento hacer un juego con el lector para que averigüe qué es verdad y qué no de lo que está pasando", afirmó. Incluso el propio Alsina reconoció que, tras leer la novela, su percepción de las noticias ha cambiado: "Ahora cuando veo noticias como el suicidio de un diplomático en Johannesburgo, automáticamente lo relaciono con una trama de espionaje. Tengo el 'Síndrome Vallés'".
"Quien lea el libro verá que en realidad no estoy fabulando tanto", añadió Vallés, dejando entrever que muchos de los elementos de su obra están inspirados en hechos reales.
El presentador de Antena 3 Noticias confesó que le cuesta desprenderse de su mirada de periodista, incluso cuando escribe ficción. "No soy capaz de quitarme la gorra de periodista", explicó, al relatar cómo incluyó eventos de última hora en la novela, como el encuentro entre Donald Trump y Vladimir Putin en Alaska, pese a haber entregado ya el manuscrito a la editorial.
Vallés reveló que, para documentarse, ha contactado con espías reales: "Sé de algunos espías que me leen. He pedido ayuda a varios de ellos para resolver dudas y evitar errores". Recordó que en su primer libro le costó mucho acceder a alguien del CNI, mientras que con representantes de la CIA pudo hablar con mayor facilidad y profundidad.
Además, el libro incluye un capítulo sobre el asesinato de John F. Kennedy, en el que Vallés desmonta, según él, la hipótesis de Alsina gracias a un informe de francotiradores profesionales españoles. "Hay cierta diferencia entre el trabajo de los periodistas y los espías", reflexionó. "Ambos buscamos información que otros no quieren que se sepa, pero la diferencia es que yo, en cuanto lo sé, lo cuento. Ellos lo mantienen restringido a un pequeño grupo".
Un proceso largo y personal
Sobre el proceso de creación de la novela, Vallés contó que solo tenía claras dos cosas desde el principio: el título y cómo quería que comenzase. También tenía una idea de final que acabó descartando. "Llegó un momento en que tuve que pedir un año más para terminar. Finalmente, el punto final lo puse a principios de este año", explicó.
Después llegó una fase de revisión intensa, en la que añadió y eliminó contenido, adaptándose incluso a cambios recientes en la actualidad internacional.
Al ser preguntado por su manejo del éxito y la presión mediática, Vallés fantaseó con una vida más tranquila: "A veces me imagino sentado en alguna isla de Canarias mirando al mar". Y recordó una frase del veterano periodista Iñaki Gabilondo que, dice, le acompaña siempre: "En esta profesión hay rachas en las que te va muy mal y otras en las que te va muy bien".

