María Caballero, senadora de Unión del Pueblo Navarro (UPN), ha conversado este jueves con Carlos Alsina en Más de uno a propósito de la comparecencia de Santos Cerdán en la comisión del Senado. Caballero explicó que no esperaba ni el tono ni la actitud adoptada por Cerdán durante la sesión.
Según relató, pensaba que se limitaría a realizar un alegato inicial y que no intervendría más. "Me sorprendió que quisiera intervenir y, además, con un tono chulesco", afirmó. La senadora añadió que hasta entonces no era consciente del escaso aprecio personal que, a su juicio, le tiene Cerdán: "No sabía que me tenía tan poco aprecio hasta ayer".
Me sorprendió que quisiera intervenir y, además, con un tono chulesco
Ambos políticos han coincidido en otras ocasiones en actos en Navarra, comunidad de la que los dos son originarios, aunque sin haber mantenido una relación cercana. Caballero recordó especialmente una intervención de Cerdán dirigida a ella, en la que le preguntó si se alegraba de que ETA hubiera dejado de matar, una cuestión que le resultó especialmente cruda.
Un hombre solo
La senadora de UPN subrayó también la soledad en la que compareció Santos Cerdán, un detalle que, según explicó, le impactó y le llevó a preguntarle directamente por ello. Le sorprendió que el PSOE optara por no formularle ninguna pregunta. Recordó que el año pasado, en esa misma comisión, Cerdán acudió acompañado por diputados y senadores socialistas navarros, además de los portavoces del partido, mientras que en esta ocasión se encontraba solo en la sala, rodeado únicamente de periodistas.
Caballero indicó que los senadores socialistas no parecían tener intención de "meter el dedo en el ojo" ni de hacer daño a Cerdán, y señaló que la única intervención del portavoz del PSOE no salió bien parada, en referencia a la velada amenaza de Santos Cerdán al senador socialista, Alfonso Gil, al reprocharlo su catadura moral.
Por último, comparó la situación actual de Santos Cerdán con la vivida anteriormente por José Luis Ábalos. A su juicio, en el PSOE se repite un patrón: cuando una figura cae en desgracia, el partido se distancia rápidamente. "Con Ábalos lo subieron al grupo mixto y lo dejaron como alguien a quien no conocían", señaló, antes de concluir que existe un "miedo evidente" dentro del partido a acercarse a quienes atraviesan este tipo de situaciones.
