Miquel Iceta, líder del PSC, pide en La Brújula que la política catalana recupere la cordura porque considera que se está perdiendo el respeto y eso es un problema entre los propios catalanes. "El problema fundamental lo tenemos los catalanes entre nosotros, no con España". Lamenta que "se están perdiendo las formas en general. Hay que pensar las cosas dos o tres veces antes de decirlas y no hay que llevar las cosas a algo personal".
Respeta los ideales de cada partido pero pide que cada uno se comporte acorde con la ley. "Pueden seguir defendiendo la independencia, pero dentro de la ley". Ve claro que los resultados electorales serán muy parejos porque "ni la independencia ni el inmovilismo son mayoría". Por ello subraya que "tolerancia y buena educación nos vendría muy bien" porque "para elegir un presidente, para ponernos de acuerdo, habrá que ceder". Y en caso de que llegue eso momento, "me conformo con pactar con aquellos que miren al bien común".
Vuelve a reiterar que "no haré presidente a ningún independentista ni del PDeCAT ni de ERC ni de la CUP", pero "gobierne quien gobierne tras 21D espero que no se le ocurra volver a saltarse la ley. Eso tiene consecuencias penales". Lamenta el camino que está llevando Ada Colau en el ayuntamiento de Barcelona. "La actitud de Ada Colau ha sido más papista que el Papa. En los hechos es muy seguidista de los independentistas". "Desde que nos echaron del pacto en el ayuntamiento no hemos tenido una conversación sobre política",