“Uno camina por estas calles de Cáceres, casi siempre en cuesta, como esas veces en que tienes unas décimas de fiebre y el mundo a tu alrededor tiene un punto de irrealidad. Sólo que aquí la piedra y la historia te dicen que todo es cierto”. Así describe Ángel Martínez Bermejo la sensación de pasear por el monumental casco histórico de Cáceres. Es precisamente esa mezcla de realidad y ensoñación lo que convierte la visita en algo inolvidable. Cáceres “tiene la cualidad de lo improbable. Tanto que no hay nada igual”. Entrar por la Puerta de Mérida supone adentrarse en un entramado monumental que sorprende en cada esquina; es “la emoción de descubrir un rincón más excepcional que el anterior al doblar cada esquina”.

Un conjunto monumental sin jerarquías
Uno de los rasgos más característicos del casco histórico de Cáceres es que “no hay un monumento concreto que destaque sobre los demás, que sea mundialmente conocido”, y eso, según Bermejo, tiene un efecto directo en la experiencia del viajero: “uno no sabe del todo lo que es Cáceres hasta que llega y se pierde por estas calles que son pura historia”. La irregularidad de sus plazas, las callejuelas estrechas y los puntos de fuga inesperados fomentan el descubrimiento: “la imaginación tiende a dispararse, a perderse por esas callejuelas que se abren delante de ti”.

La historia noble de una ciudad conquistadora
El pasado de Cáceres está ligado a los grandes nombres de la conquista de América. “Este Cáceres que conocemos ahora nos habla de un tiempo y de una nobleza que participó en acontecimientos de primer orden”, afirma Bermejo. Palacios vinculados a figuras como el lugarteniente de Pizarro, el compañero de Cortés o el primer gobernador de las Indias componen este paisaje monumental “tan improbable que es absolutamente irrepetible”.

Escucha en este podcast el reportaje completo de Ángel Martínez Bermejo para Gente viajera, el programa de viajes de Onda Cero que se emite los sábados y domingos de 12:00 a 14:00h, presentado por Carles Lamelo.
