EN BUENAS MANOS

Cáncer y protonterapia

El cordoma es un tipo de cáncer de hueso, que puede aparecer en la columna vertebral o en la base de cráneo.

Dr. Bartolomé Beltrán

Madrid | 11.12.2023 06:04

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Cáncer y protonterapia | ondacero.es

La protonterapia sigue dando sus pasos. Uno de los trabajos que se realizó recientemente ha sido el análisis de los resultados preliminares de una serie de cordomas y condrosarcomas irradiados con protocolos hipofraccionados.

El cordoma es un tipo de cáncer de hueso, que puede aparecer en la columna vertebral o en la base de cráneo. Tal y como indica el doctor Raúl Matute, Jefe Oncología Radioterápica del Centro de Protonterapia (CPT) Quirónsalud, “los cordomas y condrosarcomas de base de cráneo son unos tumores con una gran tendencia a la recidiva ya que, por su localización próxima a órganos como tronco cerebral o vía óptica, la cirugía pocas veces puede ser completa. Hasta ahora, para disminuir las posibilidades de dicha recidiva, se administraba un tratamiento adyuvante de protonterapia que aprovecha las ventajas radiofísicas de los protones para llegar a las altas dosis necesarias para el control de la enfermedad al mismo tiempo que se preservan esos órganos adyacentes”.

Sin embargo, este tratamiento consistía en no menos de 37 sesiones administradas una sesión al día en días consecutivos, 5 veces por semana.

El experto añade que “desde el CPT hemos iniciado un estudio aprobado por el Comité de Ética basado en una estrategia de tratamiento en la que se administran las altas dosis necesarias pero repartidas en tan sólo 5 sesiones, para un grupo seleccionado de este tipo de tumores”. Esta significativa reducción en el número de sesiones evidentemente redunda en una mayor comodidad para el paciente y la posibilidad de que un mayor número de pacientes se beneficien de una técnica radioterápica hasta ahora limitada como es la Protonterapia”.

Además, los especialistas “están convencidos de que con este estudio demostraremos que los resultados son al menos tan buenos como los obtenidos con el tratamiento largo en cuanto al control de la patología y efectos secundarios”, concluye el Dr. Matute.

Este avance consigue evitar la irradiación de los tejidos sanos próximos a la zona tumoral y, por tanto, reducir los efectos secundarios de las técnicas convencionales, tanto los agudos como las secuelas a largo plazo. Es lo que hay. Seguro.