EN BUENAS MANOS

Hasta un 90% de la serotonina se produce en el sistema digestivo

Según Guarner, la microbiota está implicada tanto en la estimulación de los niveles de serotonina como en la reducción de su producción.

Redacción

Madrid | 01.06.2021 10:42

Hasta un 90% de la serotonina se produce en el sistema digestivo
Hasta un 90% de la serotonina se produce en el sistema digestivo | Redacción

Algunos estudios científicos han demostrado que la composición de la microbiota intestinal y el estado de ánimo están relacionados. Según la revisión de estudios científicos “Microbiota intestinal y salud”, en la que han participado varios expertos del Instituto Danone, hasta un 90% de la serotonina se produce en el sistema digestivo y esto explicaría la influencia que tiene la microbiota intestinal en el estado de ánimo.

“La serotonina es un neurotransmisor clave en la regulación del estado de ánimo, el apetito y las funciones cognitivas y a nivel intestinal regula la inflamación y la motilidad”, afirma el doctor Francisco Guarner, investigador referente en salud digestiva a nivel internacional y uno de los miembros del Instituto Danone que ha participado en la revisión publicada en la revista científica Gastroenterología y Hepatología.

Según Guarner, la microbiota está implicada tanto en la estimulación de los niveles de serotonina como en la reducción de su producción.

En el primer caso, existen microrganismos en el tubo digestivo que pueden estimular la producción de la “hormona de la felicidad”. Esto se debe a que estos microorganismos favorecen la generación de una enzima involucrada en el proceso de síntesis de la serotonina a partir del triptófano, según el Instituto Danone.

Por el contrario, la disminución en la producción de serotonina se da por la acción de bacterias capaces de metabolizar un elemento esencial para la síntesis de esta hormona: el triptófano. Este es un aminoácido que el cuerpo humano no puede producir y que se incorpora con la alimentación. Si las bacterias lo digieren en el intestino convirtiéndolo en otro tipo de sustancia, baja su disponibilidad y como resultado disminuye la capacidad de producir serotonina.

Estas investigaciones demuestran que la estimulación de la producción de serotonina a través de la administración de triptófano puede tener efecto antidepresivo y una disminución de la enzima implicada en la producción de serotonina puede desencadenar episodios de depresión.