La jueza de instrucción acordó el pasado viernes el ingreso en prisión sin fianza de Dani Alves, acusado de un delito de agresión sexual en un baño privado de la discoteca Sutton de Barcelona. Los hechos se remontan a la noche del pasado 30 de diciembre, cuando una joven denuncia que el jugador brasileño la violó y empleó el uso de la fuerza.
Así, la titular del juzgado de instrucción número 15 de Barcelona decretó prisión incondicional al considerar que hay un riesgo elevado de que el futbolista huya del país, dadas sus capacidades económicas y que su residencia se encuentra fuera de España. Actualmente vive en México tras fichar por el equipo del Pumas.
Otro de los motivos que motivaron el inmediato ingreso en la cárcel Brians 1 de Sant Esteve Sesrovires fue la declaración del propio Dani Alves. Según fuentes jurídicas, el brasileño cambió hasta tres veces de versión, primero diciendo que no conocía de nada a la víctima y posteriormente asegurando que los dos mantuvieron relaciones consentidas.
En todo momento, Alves negó que la agresión sexual que se le imputa, aunque las contradicciones en su relato llevaron a la jueza a dicha decisión. No obstante, el jugador ha pedido al juzgado volver a declarar para ofrecer una única versión y matizar sus anteriores declaraciones.
La última prueba que señala a Dani Alves y desmiente su versión
Desde que el pasado 2 de enero la víctima presentó su denuncia, la policía catalana ha interrogado a varios testigos, entre ellos personal de seguridad del local de Barcelona, ha recogido muestras en el lugar de los hechos y ha visionado las imágenes de las cámaras de seguridad de la discoteca.
Precisamente, las cámaras comprometen la versión de Alves. Fuentes jurídicas afirman que en las imágenes se puede ver al jugador "acosando" a la víctima, que en su declaración ante la jueza aseguró que cogió su mano y se la puso en su pene hasta en dos ocasiones. Posteriormente, la joven dice que el jugador la llamó desde una puerta, que resultó ser un baño privado. Alves habría cerrado la puerta y habría cometido dicha agresión sexual.
Tanto el jugador como la denunciante dejan de aparecer en las imágenes de las cámaras de seguridad alrededor de 20 minutos, el tiempo en el que dos habrían permanecido en el baño y donde la mujer denuncia que Alves la "agarró de la cabeza y del pelo", la "lanzó contra el suelo" y obligó a hacerle una felación para momentos después pegarle en la cara y cometer la violación.
Todas esas diligencias, unidas al examen forense que se practicó a la denunciante cuando fue atendida en el Hospital Clínic de Barcelona, llevan a la jueza a la conclusión de que existen suficientes indicios de que Alves cometió la agresión sexual. También tuvo en cuenta la declaración "contundente" y "persistente" de la víctima, quien la mañana de este viernes se ratificó en la denuncia, en todos los extremos.
