Son muchas las personas que se han quemado la lengua cuando toman sopa o un simple macarrón porque devoran la comida nada más servírsela en el plato sin importar la temperatura. Pero hay que tener cuidado porque no son pocos los peligros de las comidas o bebidas muy calientes. Según los especialistas en nutrición se considera 'muy caliente' cuando la comida supera los 40-50 grados.
Lo primero es dejar claro que no se trata de que sea mejor comer caliente, frío ni a temperatura ambiente. Pero de caliente a 'muy caliente', hay un salto importante que puede traernos consecuencias si lo hacemos de manera habitual.
Riesgos de tomar alimentos o bebidas muy calientes
- Dañar tanto la mucosa como las membranas de nuestra boca mediante quemaduras.
- Generar una gastritis.
- Desencadenar inflamaciones, enrojecimiento o alteraciones de las papilas gustativas perdiendo así por algunos días el sentido del gusto y la sensibilidad.
- Originar úlceras.
- Problemas en el esófago y el estómago
- Inflamación abdominal.
En cuanto a la inflamación abdominal hay que saber que "si una persona que tiene gastritis ya está con un proceso de inflamación por la misma gastritis, si encima come algo muy caliente que genera más daño a la mucosa, esa mucosa responde inflamándose más. Y eso es lo que no queremos que suceda en una persona con gastritis. Y todo ese proceso de inflamación puede hacer que se retrase el vaciamiento gástrico", explica a Infobae la licenciada Araceli Vallone, especializada en nutrición y obesidad.
Debemos distinguir entre una comida "caliente" y la misma comida "muy caliente" y evitar esta última
Bebidas muy calientes
La Organización Mundial de la Salud ya alertó del peligro que suponía ingerir bebidas muy calientes, ya que podían causar cáncer de esófago.
Ingerir bebidas muy calientes probablemente causa cáncer en el esófago
"Los resultados muestran que ingerir bebidas muy calientes probablemente causa cáncer en el esófago y que es la temperatura, y no las propias bebidas, las que parecen responsables", afirmó Christopher Wild, director de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, que depende de la OMS.
Para evitar todos estos riesgos, la solución es muy simple: debemos distinguir entre una comida "caliente" y la misma comida "muy caliente" y evitar esta última.
