La gripe es una enfermedad infecciosa común que afecta a las vías respiratorias superiores. Es causada por un virus conocido como influenza, que tiene un alto riesgo de transmisión. Su periodo de incubación es de aproximadamente 48 horas y, pese a que en general la sintomatología sea relativamente leve, puede generar una serie de complicaciones. Entre un 10% y un 20% de los ciudadanos españoles sufre la gripe cada año, por lo que la vacunación es una medida esencial para debilitar su efecto entre los grupos de riesgo.
El último informe del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SIVIRA), publicado por el Instituto de Salud Carlos III, señala que la tercera semana de septiembre la tasa global de contagios correspondientes al virus de la influenza se situó en los 495 casos por cada 100.000 habitantes. Los datos han sido recabados a través del sistema de vigilancia centinela de las Infecciones Respiratorias Agudas (IRAs) en Atención Primaria, y muestran un aumento de 144 notificaciones en una semana.
La tasa de incidencia ha aumentado en todos los grupos de edad excepto entre los 15 y 64 años, observándose una mayor repercusión en los adultos de 80 o más años. En menores de 15 años esta tasa también se ha visto acrecentada, con 52,2 casos por cada 100.000 habitantes frente a los 40,4 notificados la semana anterior, tal y como señala el informe realizado entre los días 12 y 18 de septiembre.
La nueva campaña de vacunación será la primera tras la eliminación del mandato del uso de mascarillas, que no solo protegían del coronavirus, sino que también mostraban ser eficaces en enfermedades transmitidas por vía aérea. Esto hará que el volumen de exposición ante este tipo de enfermedades aumente respecto a la época de vacunación anterior.
H3N2, la cepa que podría dominar este año
El virus de la influenza realiza una variación antigénicaconstante. Estas mutaciones pueden surgir de dos maneras diferentes. Una de las formas más comunes ocurre cuando se dan pequeños cambios en los genes de los virus, pudiendo dar lugar a alteraciones en las proteínas superficie del virus. Estas son la hemaglutinina y la neuraminidasa. Consideradas como antígenos reconocidos por el sistema inmunitario pueden propiciar una respuesta inmunitaria, creando anticuerpos para enfrentar la infección. La mayor parte de las vacunas inyectables comerciales son capaces de reforzar la hemaglutinina, mientras que los atomizadores nasales alcanzan a ambas.
Por otro lado existe la variación antigénica mayor, un cambio que resulta esencial para los virus de la gripe A, ya que pueden generar nuevas proteínas hemaglutinina y neuraminidasa dando lugar a un nuevo subtipo de la enfermedad. Este tipo de mutación se da cuando un virus perteneciente a una especie animal logra infectar a los seres humanos, como ocurrió con la gripe aviar. Al ser una afección proveniente de un animal, la mayor parte de la ciudadanía carece de protección contra el nuevo virus. Este cambio ocurre con menos frecuencia, siendo muy poco probable que ocurra una pandemia debido al virus de la influenza.
El subtipo de gripe A conocido como H3N2 fue detectado por primera vez en Hong Kong el año 1968, extendiéndose por todo el mundo bajo el pseudónimo de "Gripe de Hong Kong". Las variantes de este virus, denominadas como "H3N2v", presentaban el gen matriz (M) del virus H1N1 de la pandemia ocurrida en 2009 durante una investigación realizada en el mes de julio del 2011. Actualmente la incidencia de esta cepa está disparada en el hemisferio sur, especialmente en Australia donde ha aumentado la hospitalización entre menores de 19 años. Son varios los expertos que avisan de la posibilidad de que lo mismo ocurra en el hemisferio norte.
¿Cuándo es el mejor momento para vacunarse?
El portal de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) estadounidense señala que lo mejor es estar vacunado antes de que el virus que provoca la gripe se haya expandido por la comunidad. Los meses de septiembre y octubre son el mejor momento para vacunarse, ya que transcurre suficiente tiempo para que se mantengan activas en plena época de la gripe. Aun así, lo ideal es recibir la dosis a finales de octubre.
En caso de no poder vacunarse hasta noviembre o fechas posteriores se sigue recomendando seguir el plan de inoculación, sobre todo en los ciudadanos que pertenezcan a un grupo de riesgo. Hay que tener en cuenta que los mayores índices de influenza se registran en el mes de febrero, pudiendo aumentar su incidencia hasta mayo.
Desde la página web también aclaran un par de cuestiones más que hay que considerar antes de recibir la vacuna. En líneas generales no se recomienda que los adultos se vacunen antes del comienzo de la temporada de inoculación, es decir, entre los meses de julio y agosto. Esta regla afecta especialmente a los mayores de 65 años, ya que dado un tiempo la protección comienza a disminuir, aunque siempre es mejor vacunarse con anterioridad en caso de no poder hacerlo en la época adecuada.
En el caso de los niños, existen casos que muestran la necesidad de dos dosis de la vacuna contra la gripe. Estos deberían recibir la primera inyección una vez esté disponible, debido a que la segunda tiene que ser inoculada con un intervalo de al menos cuatro semanas respecto a la primera. La vacunación temprana podría ser una opción en este caso junto a las personas que se encuentren en el tercer trimestre de embarazo, puesto que puede proteger a los bebés durante sus primeros meses de vida.
