La obra del maestro Mateo, una de las más destacadas del Románico, ha vuelto hoy a abrir sus puertas al público, después de un proceso de restauración que ha durado diez años y le ha devuelto parte de la policromía.
Tras la visita, los adjetivos de quienes han podido admirar la obra han sido unánimes: "impresionante" o "maravilla", entre otros.
"Es una joya, una maravilla", ha contado una pareja del País Vasco. "Ojalá pueda verlo mi hija también, que le encanta el arte y lo apreciará muchísimo", ha dicho uno de ellos.
La cola para acceder al nártex ha ido en aumento a lo largo de la mañana, y muchos han entrado después de dos horas de espera.
"Hay que verlo", ha confesado un salmantino después de apreciar la restauración.
A partir de hoy y hasta el 20 de septiembre, los visitantes podrán entrar por la puerta principal de 8.00 a 22.00 horas en grupos de 25 personas por orden de llegada y durante quince minutos.
El flujo de personas para contemplar el Pórtico de la Gloria únicamente se verá interrumpido durante los actos litúrgicos, dos de lunes a viernes y cuatro los sábados y domingos, y también si la climatología, la fuerte lluvia o el viento, no acompaña.
La visita está precedida de la entrega de un folleto explicativo y de un visionado en pantalla antes de acceder al nártex, lo que permite hacerse una idea de lo que la gente va a contemplar.
En otoño se trabajará en el encapsulado del pórtico para que las obras de restauración que se van a realizar en el interior del templo no afecten al conjunto de estilo románico.
Una vez encapsulado, la Fundación Catedral comenzará a trabajar en el diseño de una segunda fase de visitas hasta que finalicen las obras en el interior del templo.
Los trabajos de restauración del Pórtico de la Gloria quedaron oficialmente inaugurados el pasado 2 de julio con la presencia, entre otras personalidades, de la reina Sofía; el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y el ministro de Cultura, José Guirao.
El proceso se ha prolongado durante diez años, entre estudios técnicos y la labor de los restauradores, y ha contado con la participación de expertos del Ministerio de Cultura y de las universidades gallegas e internacionales y con la financiación de la Fundación Barrié.