Facebook veta a Donald Trump en sus redes sociales al menos hasta 2023. El expresidente de Estados Unidos Donald Trump (2017-2021) considera esta decisión como un "insulto" para los millones de ciudadanos que le votaron.
La red social ha anunciado este viernes en un comunicado una suspensión de dos años, que se comenzó a contar desde el pasado 7 de enero pasado, cuando se le bloquearon las cuentas a raíz del asalto al Capitolio de EE.UU. Una vez finalice este periodo, Facebook tomará una decisión sobre su posible reingreso, tras determinar "si continúa siendo un peligro serio para la seguridad pública".
"Esta penalización solo se aplica a nuestros servicios. Trump es y seguirá siendo libre de expresarse públicamente por otros medios. Nuestro enfoque refleja la forma en que intentamos equilibrar los valores de la libertad de expresión y la seguridad en nuestros servicios, para todos los usuarios", ha explicado la empresa.
El pasado 31 de marzo, el expresidente presentó su nueva página web para "preservar el magnífico legado de su administración" después de que sus redes sociales fueran suspendidas tras el asalto. La nueva página web, 45office.com, fue creada para que sus seguidores pudiesen seguir manteniendo el contacto con el empresario.
Por su parte, Trump ha respondido con un comunicado en el que ha calificado la decisión de "censura" y "abuso" y la ha considerado un "insulto al récord de 75 millones de personas, además de muchos otros, que votaron" por él en las pasadas elecciones, en las que perdió frente al demócrata Joe Biden.
Trump rompe las relaciones con Zuckerberg
Donald Trump también ha asegurado que "la próxima vez" que ocupe la Casa Blanca, no invitará a cenar al consejero delegado de Facebook, Mark Zuckerberg, y a su esposa, aunque estos lo pidan. Con ello, ha dado a entender que esto es algo que ocurrió en el pasado, cuando él era presidente. Igualmente, ha señalado que las visitas se limitarán únicamente "a negocios".
La suspensión de las redes sociales de Trump tras el asalto al Capitolio
Las cuentas de Donald Trump en Facebook e Instagram permanecen cerradas desde el día después del asalto al Capitolio del pasado 6 de enero por parte de miles de simpatizantes del expresidente, algunos de ellos armados, y que se saldó con cinco muertos.
Facebook justificó los dos años de suspensión para dar "un tiempo" que sirva para disuadir a Trump y a otros de cometer "tales violaciones graves en el futuro", y que sea proporcional a la gravedad de dichos abusos. Hace un mes, el consejo asesor de Facebook pidió a la compañía que revisara el veto indefinido al expresidente.
El organismo, creado por la propia empresa para actuar como una suerte de tribunal supremo o de última instancia que decide qué contenidos deben ser eliminados de la plataforma, apoyó los motivos de la suspensión, pero consideró que un veto indefinido sería una decisión "arbitraria".
El nuevo sistema de "penas" para los políticos de Facebook
En el comunicado, Facebook ha presentado un sistema de "penas" para castigar el comportamiento de figuras públicas en periodos de violencia o disturbios. Las penalizaciones van desde un mes de suspensión a dos años sin acceso a las redes sociales del grupo y serán evaluadas por expertos. "Sabemos que cualquier sanción que apliquemos o decidamos no aplicar será controvertida", explicó la empresa.
"La decisión de hoy será criticada por muchas personas con visiones políticas opuestas, pero nuestro trabajo es tomar una decisión de la manera más proporcionada, justa y transparente posible", añadió el comunicado.
Facebook, en el punto de mira
Facebook está pasando por una crisis de imagen importante y es foco de críticas en tres debates distintos: su papel como moderador o censor de contenidos en Internet (en el que se enmarca la decisión de hoy sobre Trump), su gestión de la privacidad de los usuarios y sus presuntas prácticas monopolísticas.
En este último campo, la cuestión ha llegado hasta los tribunales. En diciembre de 2020, tanto el Gobierno estadounidense a través de la Comisión Federal del Comercio (FTC) como una coalición formada por 46 estados demócratas y republicanos, se querellaron contra la empresa por violar las leyes antimonopolio.
