Boris Johnson podría estar planteándose declarar un día festivo nacional en caso de que Inglaterra gane la Eurocopa el próximo domingo 12 de julio. Así lo ha explicado el diario The Guardian, que asegura que el primer ministro británico estaría discutiendo esta posibilidad con su ejecutiva. “Creo que eso sería tentar al destino. Veamos qué pasa", contestó a los medios al ser preguntado por si declararía un día festivo si su selección se alza como campeona de Europa.
Su portavoz oficial añadió más tarde que no querían adelantarse al resultado del partido del domingo: "Claramente queremos que Inglaterra llegue hasta el final y la gane, yluego estableceremos nuestros planes a su debido tiempo", explicaba.
Según fuentes de Downing Street detallan a The Guardian, creen que declarar el lunes festivo después de una victoria el domingo sería algo precipitado, aunque están considerando seriamente otras opciones. Por el momento, el Gobierno británico ha ampliado el horario en bares y pubs hasta las 23:15, para que los ingleses pueden disfrutar del partido y luego celebrarlo debidamente en caso de que Inglaterra sea la ganadora.
Boris Johnson se ha mostrado como un devoto a su selección durante esta Eurocopa, a la que asistió el pasado miércoles con su esposa. El primer ministro británico acudió a la cita de las semifinales con una camiseta del combinado nacional sobre su atuendo de oficina, con una chaqueta de traje encima.
Los expertos alertan de los problemas que puede causar la relajación de las medidas
Por su parte, los expertos alertan del problema que puede suponer la afluencia de aficionados en la Eurocopa, que podría verse reflejado en un severo repunte de los casos. Tras la victoria de Inglaterra muchos hinchas ingleses celebraron el pase a la final en las calles de Londres, donde pocos siguieron las recomendaciones sanitarias: muchos de ellos no hacían uso de las mascarillas ni respetaban el metro y medio de distancia en la capital británica.
Ante estas imágenes, más de 100 expertos pidieron a Boris Johnson, a través de una carta en la revista The Lancet, que echase el freno a la relajación de las medidas porque podía resultar "peligroso y prematuro" hasta que no hubiese más personas vacunadas.
