La iniciativa de Spahn ha tenido lugar ante el creciente debate en el país sobre si la vacunación contra el sarampión debería ser o no obligatoria.
"Quiero erradicar el sarampión", ha manifestado Spahn. "Cualquiera que vaya a una guardería o colegio debe estar vacunado", ha añadido el ministro antes de explicar su proyecto, que obligaría a los progenitores a demostrar que sus hijos han sido vacunados.
En este sentido, ha alertado de que aquellos que no hayan vacunado a sus hijos podrían enfrentarse a multas de hasta 2.500 euros. Spahn considera que sus medidas cuentan con los apoyos necesarios para salir adelante.
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