Marta Rovira no va al Supremo y huye de España
La secretaria general de ERC, Marta Rovira, no ha acudido hoy a la citación del juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, y ha decidido marcharse de España, según ha comunicado ella misma en una carta a la militancia.
Rovira estaba citada para una vistilla de medidas cautelares junto al candidato a la Presidencia de la Generalitat, Jordi Turull; la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, y los ex consellers Raúl Romeva, Josep Rull y Dolors Bassa.
La secretaria general de ERC no tenía retirado el pasaporte, ni prohibición de salir del territorio nacional en las medidas cautelares que le impuso el juez Pablo Llarena cuando ya la exdiputada acudió a declarar el pasado 19 de febrero.
Tras comparecer como investigada en la causa contra el proceso independentista en Cataluña, el magistrado instructor ordenó libertad bajo fianza de 60.000 euros y comparecencias quincenales en el juzgado.
Rovira estaba citada de nuevo este viernes a las 10.30 horas en el Supremo, donde debía presentarse a una 'vistilla' en la que el juez iba a revisar su situación y, por lo tanto, replantearse si le enviaba a prisión provisional.
Texto íntegro escrito por la dirigente independentista:
"Hoy emprendo un camino duro, un camino que, desgraciadamente, tantos otros que nos preceden han tenido que coger. El camino del exilio.
No puedo ocultar la profunda tristeza que siento de alejarme de tanta gente que quiero --y que quiero mucho--. De tantas luchas compartidas durante tantos años con personas que los mueve un único objetivo: cambiar la sociedad donde viven. Hacerla más justa. Personas dignas. Dejar de ver los paisajes que me rodean desde la infancia, de pasear por las ciudades donde he vivido.
Siento tristeza, pero mucho más triste habría sido vivir silenciada interiormente. Sentir mi libertad de expresión censurada por unos tribunales que intimidan y que aplican --descaradamente-- criterios políticos. Cada día, cada hora sentía mi libertad limitada por amenazas judiciales arbitrarias. No me sentía libre. No me reconocía. Estas últimas semanas he vivido dentro de una prisión interna.
El exilio será un camino duro, pero es la única forma que tengo de recuperar mi voz política. Es la única forma que tengo de levantarme en contra del Gobierno del PP, que persigue a todo el que está a favor de votar, y que castiga a cualquiera que intenta cambiar lo establecido. Un Gobierno que está dispuesto a saltarse el Estado de Derecho y las libertades civiles para conseguir sus fines políticos.
Tengo una hija, Inés. Las madres saben cómo la quiero. Y como de fuerte es el sentimiento de darle todo lo que le pueda dar. El exilio me permitirá hacerle de madre, y se lo merece. Mucho.
Os quiero decir una última cosa. No dejéis que el rencor se apodere de vosotros. El análisis de una realidad anti-democrática y profundamente injusta no debe dar paso al resentimiento. Contra nadie. Contra nada. Sólo desde el respeto y del amor hacia todos los ciudadanos y todas las opiniones construiremos cambios radicales y profundos. Sólo desde el trabajo conjunto lograremos una República para todos.
Como dice Oriol, "En estos días que vendrán, para estar fuertes y unidos. Transformar la indignación en coraje y perseverancia. La rabia, en amor. Piensa siempre en los demás. En lo que tenemos que rehacer. Persiste porque yo persistiré. Gracias por todo su apoyo. Os quiero". Y eso es lo que haremos, Oriol.
Os escribo, ahora sí, con sinceridad y libertad. Y es tal como lo podré hacer desde ahora como secretaria general de ERC, un partido que amo, que ha dado tanto por el país y que todavía tiene que dar mucho más.
¡Viva la libertad, la justicia, la igualdad y la fraternidad. Viva una República catalana para todos!".