TRIBUNALES

La filtración y el borrado, las dos claves fundamentales del juicio al fiscal general del Estado

R.G.

Madrid |

Álvaro García Ortiz en una foto de archivo
Álvaro García Ortiz en una foto de archivo | Agencia EFE

Este jueves termina el juicio al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por la presunta revelación de secretos contra el empresario Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, con la confrontación de los informes de la acusación y la defensa.

Como es habitual en este tipo de procesos, el acusado podría tener la última palabra para cerrar el juicio, aunque es previsible que no lo haga después de que este miércoles hiciera alegatos al inicio y al final de su declaración ante el Tribunal Supremo.

García Ortiz reivindicó este miércoles su inocencia en una declaración en la que solo contestó a su defensa y la Fiscalía, ya que rechazó contestar a las acusaciones. "La verdad no se filtra, la verdad se defiende", dijo el fiscal general.

Ya desde el arranque de su declaración aseguró que no contestaría a las acusaciones, particularmente a la acusación particular que ejerce González Amador porque considera que ha tenido una actitud "desleal" porque cree que en su querella omitió hechos importantes.

En su declaración, García Ortiz ha relatado con detalle su versión de lo ocurrido desde que un periodista alertó a su jefa de prensa de que había una causa relacionada con la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, el 7 de marzo de 2024, hasta que se reunió con la Abogacía para "calmar las aguas" tras la publicación por parte de la Fiscalía de la nota de prensa por la que estalló el caso, el 15 de marzo de 2024.

El fiscal general del Estado se enfrenta a una pena de entre tres y seis años de prisión, doce de inhabilitación y un desembolso superior a 400.000 euros entre multa e indemnización. El juicio quedará este jueves visto para sentencia, que se espera para finales de año.

La defensa niega la filtración

La defensa de García Ortiz niega que exista ningún tipo de filtración por parte del fiscal general del Estado, a la vez que cuestiona que existiera incluso secreto, ya que la información esencial ya estaba recogida en algunos medios de comunicación antes de que García Ortiz recibiera en su cuenta personal la cadena de emails entre el abogado de González Amador y el fiscal Julián Salto, que investigaba esos delitos fiscales.

La defensa apunta, además, al entorno de González Amador como responsable por la publicación en El Mundo de una noticia en la que se decía que la Fiscalía había ofrecido pactar al empresario.

El borrado del móvil

La acusación, por su parte, centra sus argumentos en el borrado que hizo García Ortiz del contenido de su teléfono móvil el mismo día que le encausó el Supremo. El fiscal general, además, cambió de teléfono una semana después y terminó eliminando su cuenta personal de Gmail.

Sobre esto, García Ortiz ha asegurado que hace un "borrado sistemático" de estos mensajes de WhatsApp cada mes y que cambia de teléfono al menos una vez al año.

Otro de los principales indicios que las acusaciones señalan contra García Ortiz es la "coincidencia temporal" por cuanto el fiscal general recibió el email clave, el 13 de marzo de 2024 a las 21:59; y la publicación de las primeras informaciones, poco después de las 22:10 de ese mismo día.

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Los periodistas que han testificado en el juicio han afirmado que ya tenían esa información antes y han negado que su fuente fuera Álvaro García Ortiz.

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