Llarena ha denegado a Sànchez el permiso para acudir al Parlament al pleno convocado para el 12 de marzo para ser investido presidente de la Generalitat y también ha rechazado que salga en libertad.
La defensa de Jordi Sànchez ha aplazado hasta el lunes la presentación de una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos para que posibilite su investidura, dado que éste ya estaba cerrado cuando el Tribunal Supremo ha rechazado excarcelarlo.
Fuentes del grupo parlamentario de ERC han indicado que "sería muy extraño y no se entendería" que, después de que el abogado de Sànchez haya dicho que el lunes pedirá el amparo del Tribunal de Estrasburgo, el pleno se mantuviera convocado, sin darle la oportunidad de que el recurso ante este último organismo sea resuelto por la vía de urgencia.
Las mismas fuentes de ERC se han mostrado partidarias de aplazar la sesión de investidura, en vez de mantenerla y provocar que "fracase" ante la imposibilidad de Sànchez de acudir el lunes al Parlament para defender su candidatura.
Sobre la posición que podría adoptar el presidente del Parlament, Roger Torrent, fuentes republicanas han recordado que la decisión sobre el pleno le corresponde tomarla exclusivamente a él, aunque lo más normal es que antes de adoptarla consulte los posicionamientos de los grupos que avalan la candidatura de Sànchez.