Los comités de empresa de Renfe y Adif han convocado este lunes jornadas de huelga en todo el país durante las próximas semanas. Protestan por la forma en que se están traspasando las competencias de Rodalies a la Generalitat de Cataluña, ya que consideran que Transportes ha incumplido los acuerdos que provocaron la desconvocatoria de la huelga de noviembre de 2023.
Entonces se acordó que Renfe y Adif continuarían siendo los prestadores de los servicios de Rodalies y Renfe Mercancías, se preservaría la integridad de las plantillas en ambas empresas y se establecerían grupos de trabajo y negociación para adoptar soluciones consensuadas. Sin embargo, la parte social considera que estos compromisos "han sido vulnerados".
En total serán siete días de huelga: tres de paros completos y otros cuatro de paros parciales. El primero de ellos será el 17 de marzo y el último de ellos el 3 de abril. Los días de paros de 24 horas serán el 17 de marzo, el 26 de marzo y el 1 de abril.
Por su parte, el 19 de marzo se parará de 06:00 a 09:00, de 14:00 a 17:00 y de 21:00 a 23:00; el 24 de marzo se parará de 06:30 a 09:30, de 14:30 a 17:30 y de 20:30 a 22:30; el 28 de marzo se parará de 06:00 a 09:00, de 13:30 a 16:30 y de 20:30 a 23:00; y el 3 de abril se parará de 06:30 a 09:30, de 14:30 a 17:30 y de 21:00 a 23:00.
Los comités de empresa instan al ministerio de Puente a respetar los acuerdos firmados y garantizar la estabilidad y continuidad de los servicios ferroviarios bajo la gestión de ambas empresas.
Los sindicatos consideran que las intenciones de ambas administraciones no suponen una mejora del servicio, sino un aumento del coste que recaerá sobre los ciudadanos, ya que se pretende duplicar el entramado societario con un nuevo presidente, consejeros y estructuras paralelas para prestar un servicio que ya ofrece una empresa pública.
Esta duplicidad afectará también a las economías de escala en la compra de trenes, materiales, instalaciones de circulación y seguridad, formación y habilitaciones, han explicado.
El marco actual permite gestionar y mejorar el servicio manteniendo como operadores a Renfe y Adif, un modelo similar al de la sanidad catalana, donde diferentes centros sanitarios que no son titularidad de la Generalitat prestan servicio público dentro del SISCAT.
En cuanto a Renfe Mercancías, la representación de los trabajadores denuncia un proceso de privatización encubierta a través de la creación de una nueva sociedad controlada por la compañía logística MSC.