OFERTA PÚBLICA DE ADQUISICIÓN

Qué es una OPA y por qué ha fracasado la del BBVA sobre el Sabadell

Marta Pérez

Madrid |

Fotografía de archivo en donde se ve una sucursal del banco español BBVA.
Fotografía de archivo en donde se ve una sucursal del banco español BBVA. | EFE/Mariscal

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) comunicó el fracaso de la OPA que el BBVA lanzó sobre el Banco Sabadell al ser únicamente aceptada por el 25,47% de los derechos de voto de la entidad catalana.

Esto ha hecho descarrillar la fusión de los dos bancos que hubiera dado lugar al segundo banco por negocio en España, sólo por detrás de CaixaBank, pero ya por delante del Banco Santander. Sin embargo, el insuficiente apoyo que ha obtenido hará que el BBVA continúe ocupando el tercer puesto y el Banco Sabadell, el cuarto.

Por qué ha fracasado la OPA del BBVA

Tras el resultado aportado por la CNMV, se considera que BBVA "no ha alcanzado el límite mínimo" de los derechos de voto que fijó (50,01%), ni siquiera ha llegado al 30% que le daba opción de lanzar una OPA obligatoria.

En el folleto de la OPA, BBVA contemplaba la posibilidad de renunciar a esa condición del 50,01% en el caso de que el nivel de aceptación quedara entre el 30% y el 50%. En ese escenario, podría haber lanzado una segunda OPA obligatoria. Pero, al no llegar siquiera a ese 30%, "la oferta queda sin efecto", según el comunicado de la CNMV.

Qué es una OPA

Según informa la CNMV, una OPA es una Oferta Pública de Adquisición, es decir, una operación por la que una o varias personas físicas o sociedades ofrecen a todos los accionistas de una compañía cotizada la compra de sus acciones o de otros valores que permitan adquirirlas a cambio de un precio, ya sea en efectivo, en acciones o mixto. Normalmente, se les ofrece comprar sus acciones a un precio superior al que cotiza la entidad en el Mercado.

Hay varios tipos de OPAS, según su finalidad y características:

  • OPA obligatoria: entre los supuestos establecidos por la ley para lanzar una OPA obligatoria se encuentran la toma de control y la exclusión y reducción de capital. Las OPAS obligatorias se presentan por el 100% de las acciones y no pueden estar sujetas a condición alguna.
  • OPA voluntaria: las voluntarias no están sujetas a requisitos legales de precio o número de acciones y sí puede haber condiciones.
  • OPA por toma de control: busca permitir a los accionistas de la sociedad que ha recibido la oferta vender sus acciones a un precio equitativo, cuando la sociedad que ha hecho la oferta tiene el control sobre la otra.
  • OPA competidora: cuando la oferta afecta a valores sobre los que ya se ha presentado otra OPA cuyo plazo de aceptación todavía no ha finalizado.
  • OPA de exclusión: su objetivo es permitir a los accionistas vender sus acciones antes de que la compañía deje de cotizar en Bolsa. La contraprestación siempre será el dinero.
  • OPA amistosa: si se presenta tras un acuerdo entre la sociedad oferente y los accionistas significativos o el Consejo de Administración de la sociedad opada, será amistosa.
  • OPA hostil: Si no hay acuerdo previo, será hostil (este calificativo no prejuzga su posible interés para los accionistas). Este tipo de OPA puede generar controversia y tensiones entre las partes involucradas, ya que la empresa que es absorbida suele ver la oferta como una intromisión no deseada en la dirección y el futuro de su empresa. Además, esta operación puede llevar a enfrentamientos legales y medidas defensivas por parte de la empresa objetivo para protegerse contra la OPA hostil.

Las consecuencias del fracaso de la OPA del BBVA

El fracaso de la OPA del BBVA al Sabadell ha sido la noticia económica de las últimas horas en España. El insuficiente apoyo que ha obtenido la oferta que la entidad vasca iba a realizar por la catalana ha llevado al BBVA a retirarse y dejar de lado el proyecto de convertirse en el segundo banco por negocio en España.

Así, CaixaBank seguirá ocupando el primer lugar, Santander el segundo, BBVA el tercero y Sabadell el cuarto. Con la OPA, habrían sumado 980.115 millones de euros en activos, una red de 6.833 oficinas y 140.003 empleados que les habrían llevado al segundo puesto.

¿Qué hubiera pasado de salir adelante?

BBVA y Sabadell hubieran sumado 980.115 millones de euros en activos, ya excluido TSB, la filial británica que el Sabadell ha vendido al Santander, con la cual esa cifra hubiera alcanzado el billón de euros.

Asimismo, BBVA y Sabadell hubieran sumado una red de 6.833 oficinas, excluidas ya las de TSB, con las que la cifra se elevaba a 7.008 sucursales. El BBVA tenía a 30 de junio 5.668 oficinas y el Sabadell, 1.340, 1.165 excluidas las de su filial británica.

Entre ambos bancos, hubieran sumado 144.784 empleados, 140.003 descontada la plantilla de TSB. A 30 de junio de este año, el BBVA tenía 125.864 empleados y el Sabadell, 18.920, 14.139 excluidos los de TSB.

Cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) autorizó la opa el pasado 5 de septiembre, el presidente del BBVA, Carlos Torres, no cifró el número de trabajadores a los que podría afectar el ajuste laboral tras la fusión ni a qué entidades pertenecerían, pues antes habría que analizar en qué áreas aplicaría los recortes.

No obstante, en el folleto de la opa el BBVA habló del impacto por la racionalización de la red de oficinas cuando dejaran de estar vigentes las condiciones impuestas por el Gobierno y calculaba que la fusión, que no hubiera podido producirse antes de tres años, plazo ampliable a cinco, podría afectar a menos del 10% de la red combinada.

Client Challenge

Esto suponía que se verían afectadas aproximadamente 300 de las 683 oficinas identificadas con una proximidad inferior a 300 metros en la red de la entidad resultante.