José Luis Corral: "A la Reina Juana le volvieron loca su padre, su esposo y su hijo"

Su heredera es su hija Juana, y eso implica la separación de los reinos que los Católicos han mantenido unidos, Castilla y Aragón, ya que Fernando vive y a Juana las leyes de Aragón le impiden reinar allí.

Pero la salud mental de Juana, a la que se acabará llamando la Loca, ofrece dudas, e Isabel deja a su marido Fernando como gobernador de Castilla, aunque Juan asea la reina titular. Loca o no, a un ambicioso Fernando le interesa que así se la considera para permanecer él rigiendo los destinos de Castilla, junto con los de Aragón de donde es el rey natural.

La novela abarca el período que va desde 1504 a 1519. El autor considera que todas las crónicas que nos han llegado sobre la figura de la reina Juana fueron escritas "a sueldo". Se permite, por tanto, dudar de su objetividad.

José Luis Corral no cree que Juana estuviera loca, sino que fue víctima de la actuación de su padre, el Rey Fernando, de su esposo Felipe el Hermoso de quien estaba enamorada y con celos enfermizos y de su propio hijo el futuro Emperador Carlos V.

Recorremos con José Luis Corral los lugares de la vida de Juana I en Tordesillas, ciudad donde se la mantuvo encerrada 40 años. El Real Monasterio de Santa Clara; y las llamadas Casas del Tratado, donde la tradición sitúa en estos Palacios, la firma del Tratado de Tordesillas entre Castilla y Portugal, en 1492.

El autor nos cuenta cómo fue la vida de la soberana en su encierro, los 20 años que estuvo enterrada a su muerte en esta localidad vallisoletana y cómo su nieto, Felipe II ordenó su exhumación y el traslado del cadáver hasta la Capilla Real de Granada, para ser depositados junto a sus padres, los Reyes Católicos.

Una auténtica novela histórica trepidante, donde tienen cabida también personajes creados por el autor para la ficción, como Pedro Losantos, médico y judío converso. Mediante esta figura y su familia, José Luis Corral lleva al lector a comprender el entorno que había en la sombra de la Inquisición y alrededor de la Corte. Los Austrias consideraron España como el territorio clave en su plan para dominar toda Europa.