IMELSA

Rus lamenta "mala fe" en Imelsa y critica que ha habido un "juicio político" con una sentencia "ya puesta"

Ha sido el turno de la última palabra en el juicio por las piezas B y F del caso Imelsa, relativa a los 'zombies' en Imelsa y Ciegsa

Europa Press

València | 13.03.2023 15:07

Archivo - El expresidente de la Diputación y del PP de la provincia de Valencia Alfonso Rus (1i), y el exgerente de la empresa pública Imelsa, Marcos Benavent (3d), en el juicio de Imelsa
Archivo - El expresidente de la Diputación y del PP de la provincia de Valencia Alfonso Rus (1i), y el exgerente de la empresa pública Imelsa, Marcos Benavent (3d), en el juicio de Imelsa | EP - Archivo

El expresidente de la Diputación y del PP de la provincia de Valencia Alfonso Rus ha lamentado la "mala fe" contra él en el caso Imelsa y ha criticado que ha habido un "juicio político" con una sentencia "ya puesta" antes de sentarse en el banquillo.

Rus se ha pronunciado en estos términos en el turno de la última palabra en el juicio que se sigue contra él y otras 24 personas más por las piezas B y F del caso Imelsa, relativa a los 'zombies' en Imelsa y Ciegsa.

Rus, que se enfrenta a 12 años de prisión por los delitos de pertenencia a organización criminal, malversación de caudales públicos, prevaricación administrativa y falsedad en documento oficial, ha señalado: "Aquí me hablan de que uno iba --a Imelsa-- y otro no... ¿Y a mí que me dicen?", se ha preguntado.

El expresidente de la Diputación, acompañado de una libreta y varios papeles, se ha dirigido al tribunal para asegurar que no había querido hablar antes, durante los siete años de instrucción, porque "ha habido tanta mala fe que no podía contestar porque ya tenía la sentencia antes de venir aquí", ha criticado.

"No he entendido nunca --ha añadido-- lo que era este juicio porque como presidente de la Diputación era algo que a mí no me iba. No me podía encargar de si había asesores o no, estaban los mismos que antes de entrar yo de presidente. De eso no me enteraba ni me interesaba. Iba a números fijos", ha dicho.

Así, considera que éste ha sido un juicio "político" por parte del ministerio público. "Lo dije antes y he estado siete años sin hablar por prescripción de mis abogados y por respeto a la justicia, porque soy incontinente", ha bromeado.

"Y en estos siete años --ha añadido-- hemos pasado por un invento de que yo tenía dinero, terrenos, pisos y chalets en Brasil, y yo no he estado en Brasil desde 1978, en Carnavales. Y ahí no tenía nada", ha subrayado.

En esta línea, ha señalado: "He aguantado porque debía de estar ahí sentado. No sé que hago aquí. Solo ser responsable y dar la cara y nada más. Y como no quieren que hable más --el presidente del tribunal le ha llamado la atención por no ceñirse a los hechos del juicio--, termino y en paz".

"PERDÓN POR LO PERJUDICADO"

Por su parte, el exgerente de Imelsa Marcos Benavent, autodenominado 'yonki del dinero', visiblemente emocionado, ha vuelto a pedir perdón por "todo lo perjudicado" al PP, Rus o al ex consejero delegado de Ciegsa Máximo Caturla. "En esta causa ya ha habido varios suicidios, ruinas personales y profesionales, trastornos mentales... Esto es muy doloroso", ha dicho, para agregar: "Me siento culpable por haberme dejado tratar como un títere perjudicando a todas las defensas".

Seguidamente, ha apuntado: "Mi intención venía cubierta por la promesa de la Fiscalía, en colaboración con mi anterior defensa, de no entrar en prisión y de que mis hechos no iban a tener consecuencias". "Declaré con interrogatorios de muchas horas y no sabía lo que afirmaba y negaba, y el único propósito era validar unas grabaciones de las que nadie supo decir de dónde habían salido", ha dicho.

Sobre las grabaciones, el acusado ha señalado que las manipuló con el ordenador, "hice un copia y pega", y ha indicado que guardaba su disco duro con las mismas en un armario de su casa, o de lo que era la casa de su exmujer, "de la que mi exsuegro lo sustrajo y lo usó sin mi consentimiento ni autorización".

"En ese disco duro --ha agregado-- estaba mi vida, mis correos, grabaciones y fotografías y se ha vulnerado mi derecho a la intimidad, de imagen, la protección de datos, la presunción de inocencia y la revelación de secretos", ha lamentado, y ha asegurado que no pudo acceder a cogerlo porque la casa, tras su "tenso divorcio", estaba "con alarmas perimetrales". Y ha concluido preguntando: "¿El fiscal ha venido a juicio todos los días?; ¿Somos seres humanos?; ¿Sabe el fiscal lo que es la empatía?".