Hoy con Léleman venía pensando en… los audios de Anil desvelados por el diario Superdeporte.
Lo primero que me viene a la cabeza es darle la enhorabuena a los compañeros del periódico valenciano. Primero por acceder a ellos y segundo por la valentía a la hora de publicarlos. Pero os digo una cosa… no es otra cosa que ponerle voz a muchas de las cosas que ya sabíamos.
¿Y que es lo que sabíamos? Sabíamos que el Valencia que nos espera es el de un proyecto mediocre, como dice Anil en sus audios “low cost”. Y también sabíamos que la situación es crítica a nivel económico y que ni Anil está capacitado para revertirla ni tampoco hay ninguna intención en hacerlo. Aún así me sigue sorprendiendo el desahogo con el que habla y que siga hablando del coste de plantilla de la temporada 18/19. Como si haberse metido en Champions, haber ganado una Copa del Rey y haber llegado a las semifinales de la Europa League tuvieran la culpa de todo lo que ha venido después. No. Aquel equipo estaba creciendo y solo él y sus absurdas decisiones se encargaron de hacerlo decrecer, de destruirlo. Ya sabéis… aquello del cangrejo se hizo realidad por obra y gracia de Anil Murthy amparado en Peter Lim.
Luego está lo de Soler y Gayá. Que uno ve con buenos ojos la posibilidad de salir y el otro se quiere quedar es algo que también sabemos. Y que quiere vender a los dos, también. Otra cosa es que crea Anil que con dinero puede hacer que nos echemos encima de Soler. Con lo que hay y la mediocridad que nos espera en el futuro hasta yo mismo recomendaría a Soler que saliera. Así que no, Anil, las cosas no se solucionan siempre con billetes.
Y lo de Bordalás. Que tiene un carácter complicado lo saben todos los que han tratado con él. Y que algunos jugadores no son felices con él también lo sabemos. Y que se le han dado muchas cosas y no ha cumplido las expectativas, también. Así que como dice mi buen amigo Conrado Valle en As… esto no ha sido otra cosa que poner voz a la mediocridad. La de Anil y la de su Valencia.