Tras cinco partidos disputados de la competición Fran Pérez está disfrutando del reconocimiento de Rubén Baraja por los minutos disputados, un total de 366 minutos, repartidos en 5 encuentros con 4 titularidades y una suplencia en Vitoria. Como dato curioso es el jugador de la plantilla que mientras ha estado en el terreno de juego mejor diferencia tiene el equipo entre los goles anotados y los goles recibidos. Una anécdota que a lo mejor puede marcar lo que es el crecimiento de un futbolista con una presencia casi continua en este equipo.
Fran ofreció destellos en la temporada pasada, pero es en este 23/24 en donde ha dado un salto de calidad y seguramente de sentirse más importante. Y es que el trabajo así como su desempeño están ofreciendo interesantes opciones al Valencia CF. Esas opciones dentro de un estilo con una clara seña de identidad. Más reactivo que propositivo, de bloque medio, y de ser efectivos en esas contras con el objetivo de combatir a sus rivales.
La valoración se puede hacer desde esas sensaciones ofrecidas en el terreno de juego que observamos, pero que pueden ser medidas por la métrica avanzada, el dato. Esos datos siempre deben ser interpretados desde el estilo de juego colectivo y su rol por demarcación. Esa interpretación del dato nos encamina a que no va a ser un extremo con grandes números cuantitativos en cuanto a la distribución, muy diferente a misma demarcación en equipos más asociativos, pero sí, en su participación la efectividad. En estos momentos con datos de WYSCOUT se encuentra por encima del 83 por ciento de éxito, pero es que en sus dos últimas participaciones el dato aumenta al 93 por ciento o el 100% de efectividad ante el Atlético de Madrid.
Las claves de Fran
Pero, ¿Cuáles son esas verdaderas fortalezas desde su naturaleza como jugador y que repercuten en las interacciones colectivas dentro de ese estilo de juego?
Atacar el espacio en esas contras o aprovechar las conducciones propias para hacer progresar al equipo. En esas conducciones (2,7 en promedio 90’) está en valores muy considerables en la competición, recordamos el gol de Hugo Duro ante Oblak, a partir de una, o cómo es el cuarto jugador del equipo en la recepción de esos pases progresivos, asociación que elimina líneas de presión, para entre otras cosas favorecer las contras.
Un concepto es esa asociación, pero debemos destacar que es el jugador del Valencia CF con más acciones realizadas a alta velocidad. Y ahí se encuentran esas conducciones, pero también destacamos su regate. Un uno contra uno que favorece colectivamente cuando el rival está más bajo en altura y generar ventaja o ese regate en carrera. En este regate se sitúa como uno de los mejores extremos de LaLiga con un elevado porcentaje de éxito. Por ello vuelve a ofrecer unos datos en duelos atacante elevados (10,33) con cerca del 50% de efectividad.
Estos conceptos técnico-tácticos en fase de posesión, pero en los momentos de partido, esos momentos sin balón vuelve a destacar en comparativa con extremos de la competición en los duelos defensivos. Por encima de 7 y nuevamente con el 50 por ciento de éxito o su reactividad ante un duelo por balón perdido que gana 1 de cada 2 intentos. Y es que el compromiso colectivo de este Valencia CF es la base en la que se sustenta el éxito de Rubén Baraja compromiso con balón y sin balón, y que le lleva a realizar de promedio casi 4 recuperaciones por partido con un 47 por ciento en campo rival.
Es un jugador que empezamos a ver con mayor estabilidad, experiencia en la toma de decisiones, es importante por su estilo de juego en acciones rápidas, y que con trabajo tiene tiempo para madurar o mejorar otros conceptos.
Tiene condiciones para aparecer más en el área, ofrecer más remate y teniendo un buen porcentaje en el centro elevar esos datos cuantitativos. Pero siempre hablaremos de la naturaleza del jugador, lo que es intrínsecamente propio en su juego, y aspectos en los que tiene aptitud para mejorar. Una grata noticia para el equipo de Rubén Baraja.
