Lío en el vestuario del Valencia CF

No corren buenos tiempos para Celades en el vestuario del Valencia CF. Al caso "diakhaby" se une un incidente que se produjo el pasado domingo entre Maxi Gómez y el técnico valencianista al finalizar el partido ante Osasuna.

Que el vestuario es un polvorín no lo niega nadie. Al acabar el encuentro ante el Levante Celades cargó en la rueda de prensa posterior contra Diakhaby al que responsabilizó del empate al afirmar que "sus errores nos han costado puntos y clasificación". Estas declaraciones sentaron muy mal dentro del grupo de franceses del vestuario valencianista donde se encuentran futbolistas como Kondogbia, Coquelin, Gameio... Para ellos, al igual que para el resto de futbolistas, el deber del entrenador es defender públicamente a sus jugadores.

Es cierto que Celades lleva mucho tiempo trabajando con Diakhaby tratando de corregir sus errores. Contaba recientemente Pichi Alonso, próximo al entorno del entrenador catalán, durante una retransmisión televisiva que en alguna ocasión el francés ha acabado llorando al ser corregido por el entrenador valencianista. Una afirmación, sin ánimo de hacer daño al futbolista, pero que ha sentado a cuerno quemado dentro del propio vestuario. Kondogbia escribía recientemente en una storie de su instagram "¿el traidor? es como la serpiente, pica y se esconde".

Y dentro de este contexto de lío en el vestuario, el pasado domingo se producía un incidente entre Maxi Gómez y Albert Celades al finalizar el partido en Mestalla que a punto estuvo de terminar en algo más. El uruguayo, de carácter fuerte, casi llega a las manos con el técnico valencianista tras un cara a cara en el que el delantero valencianista amagó con un cabezazo al propio técnico. El incidente se ha saldado con una fuerte sanción económica y no ha sido apartado del equipo por razones deportivas. Entiende el entrenador que es su mejor delantero y que le necesita en este tramo final para conseguir el objetivo de estar en Champions la próxima temporada. De ahí su inclusión en la convocatoria ente el Eibar tras la reunión mantenida entre César, director deportivo y los capitanes del equipo que fueron quienes reclamaron su presencia al entender que era necesario para el conseguir el objetivo Champions.

Ante el Eibar y en un nuevo ridículo sobre el césped que acabó en derrota, Maxi tan solo jugó los últimos siete minutos como recurso de última hora para tratar de conseguir el empate.